A lo largo de este año, la factura de la luz nos ha dado más de un quebradero de cabeza al experimentar varias subidas de precio. Desde Vivienda Saludable os proponemos algunos cambios de hábitos referentes a la lavadora, microondas, enchufes… que van a repercutir directamente en vuestros bolsillos. Pero no solo merece la pena ponerlos en práctica por pagar menos, sino porque un menor consumo energético supone un menor número de emisiones contaminantes a nuestro ecosistema.
Pequeños gestos para ahorrar energía
Realiza un mantenimiento periódico de tus electrodomésticos
Con especial atención al filtro del lavavajillas, que sirve para evitar taponamientos y el posterior desborde de agua. Si el filtro no funciona bien, se activa la protección anti-fuga que impide que el ciclo de lavado finalice correctamente. Como consecuencia, hay que limpiar el filtro y el conducto de agua, y repetir posteriormente el ciclo de lavado. Revisa también con frecuencia el filtro de la lavadora.
Productos con etiquetado energético A+++
Si has de renovar algún electrodoméstico, adquiere productos con etiquetado energético A+++. Dentro de la clasificación A+++, hay electrodomésticos más eficientes si dicha etiqueta va acompañada de entre un -10% y un -30%, lo que significa que cuanto mayor sea el porcentaje, más eficiente será el electrodoméstico.
Instala regletas con interruptores
El consumo de los electrodomésticos en modo stand-by suele rondar los 375 kWh al año, lo que equivale a unos 60 euros. Una buena medida para evitar este gasto es usar una regleta con interruptor para aquellos electrodomésticos que normalmente se quedan en stand-by (televisión, ordenador, microondas, cafetera…) y así apagarlos por completo cuando no estemos usándolos, o si vamos a estar unos días fuera.
Microondas mejor que horno
El uso del microondas en lugar del horno ahorra un 60-70% de energía y mucho tiempo. Mantenlo bien limpio ya que los restos orgánicos que queden en el interior absorben energía, además de poder averiar el aparato. Y un tip extra, es mejor colocar los alimentos cortados en lugar de enteros ya que esto hace que se calienten más rápido.
Ahorrar agua, ahorrar energía
No enjuagues los platos antes de meterlos al lavavajillas (implica una media de consumo de 47 litros de agua). Usa una servilleta o los cubiertos para quitar los restos de comida y sitúa, ordenadamente, cada olla, plato cubierto. Luego, elige el programa más adecuado (dependiendo de la suciedad de la vajilla).
En la lavadora, la colada no solo debe realizarse en función del grado de suciedad de la ropa o el color de la misma, sino que también se debe prestar atención al nivel máximo de carga de cada tipo de lavado.
Si vas a usar la secadora, selecciona la opción de centrifugado más rápido de la lavadora, limpiar las pelusas del filtro y del condensador después de cada uso, y finaliza antes el programa de secado si vas a plancharla.
Ojo con la vajilla y electrodomésticos
- Usa recipientes del mismo tamaño que la placa de vitrocerámica y procura taparlas para que se mantenga más el calor. Las ollas y cacerolas de fondo grueso distribuyen mejor el calor por toda su superficie.
- No coloques el horno cerca de la nevera o, en su defecto, pon un aislante que separe ambos electrodomésticos.
- Empieza por planchar los tejidos que necesiten menos temperatura y continua con aquellos que necesiten más temperatura. Apaga la plancha y acaba de planchar esas pocas prendas que te queden con el calor residual.
Revisa la iluminación
Las bombillas LED consumen hasta 10 veces menos energía que una bombilla incandescente y tienen una vida útil muy superior en comparación a las bombillas tradicionales.
Además de revisar tu contrato con la compañía energética para encontrar el formato que más ventajoso te salga, es importante darle un correcto uso a los electrodomésticos y a la instalación eléctrica para que sea duradera y su consumo se vaya reduciendo notablemente.