Las derramas son tributos, contribuciones que amortizan todas las personas beneficiadas por un bien material, o el servicio que este presta. Es el pago que los contribuyentes deben realizar para la ejecución y/o el mantenimiento, ampliación de obras y servicios públicos en el lugar donde conviven.
Si te interesa conocer más al respecto te invitamos a quedarte. En el presente post ampliaremos sobre las principales derramas que pueden contraer los propietarios de una comunidad de vecinos.
Obras para la conservación y restauración del edificio
Existen infinidad de gastos que no están concebidos dentro del presupuesto anual de la comunidad de vecinos, y se convierten en derramas. La mayoría de estos desembolsos se realizan por imprevistos que se presentan en el edificio, los cuales, son de interés común para los moradores. Así como a todos perjudica un desprendimiento de cualquier peldaño de la escalera, a todos también les debe tocar el pago por la restauración de ese escalón. Y es que los abonos que realizan los vecinos se convierten en el único modo de mantener el inmueble en condiciones habitables y seguras.
Entre las principales derramas generadas por concepto de conservación y restauración de un inmueble se encuentran:
- La reparación de toda la infraestructura necesaria para optimizar los servicios de gas.
- La reparación de filtraciones y averías de agua que de pronto comiencen a formar humedades y se conviertan en un peligro potencial para la infraestructura.
- La restauración de bajantes y escaleras.
- La renovación de las instalaciones eléctricas que constituyan un riesgo y puedan provocar corte eléctrico, fuego, alto voltaje…
- Los desprendimientos de las paredes o pedazos de hormigón del techo.
- Cualquier otra reparación que signifique un enorme peligro para la salud, la paz y la vida de los moradores.
Obras para la funcionalidad del inmueble
Existe otro tipo de derramas que no perjudican tanto la seguridad del edificio, pero que sí sufragan gastos por concepto de comodidad, funcionalidad y bienestar común de todos los moradores.
Dentro de ellas no podemos dejar de mencionar:
- La instalación de un ascensor.
- La pintura y reparación de la fachada y el interior de todo el edificio.
- Obras para la instalación de nuevos servicios que beneficien a todos los vecinos (soportes para antenas, conectores, cableado y toda la infraestructura necesaria para mejorar los servicios de internet, telefonía, generación de energías renovables…).
- Los desatascos en los conductos internos del edificio y del alcantarillado.
- El cambio o la reparación de suelos, ventanales, puertas de entrada…
- La eliminación de barreras arquitectónicas y el levantamiento de obras que faciliten la vida de las personas con discapacidad física, sobre todo si en el edificio conviven moradores minusválidos.
- La reparación y el mantenimiento de zonas comunes como jardines y piscinas.
- La instalación de rejas en los ventanales, escaleras y entradas del edificio para incrementar la protección de sus habitantes.
Principales derramas de una comunidad de vecinos
Se quiera o no la derrama es un concepto que debe manejarse en la comunidad de vecinos porque ningún inmueble está exento de averías y reparaciones que, al fin y al cabo, son de interés para quienes ocupan el edificio.
Por eso hay que planificar presupuestos para las derramas que puedan presentarse, debe escucharse el criterio de los moradores, llegar a un mutuo acuerdo y, cada quien, comprometerse y cumplir con el pago acordado.
Se necesita que todas las personas contribuyan según su sano juicio y sin tener que apelar a la justicia, para que la convivencia en el edificio continúe siendo pacífica, estable y segura.