Estos son los principales elementos que influyen en la eficiencia de tu puerta, y con ello, en la de tu casa:
- Material: nivel de transmitancia, resistencia, permeabilidad y seguridad
- Tipo de puerta y de apertura
- En caso de puertas automáticas, el tiempo de apertura
1. Material
Podemos tener puertas de casi cualquier material, pero dependiendo de la función a la que se destine la puerta, las características de dichos materiales deberían ser distintas. Los materiales generalmente usados en las puertas son madera, PVC y metales (sobre todo aluminio con rotura de puente térmico). El PVC y el aluminio, por su fácil mantenimiento, son los materiales más empleados para la estructura. No obstante, el tiene mejores propiedades aislantes que el aluminio,
En cualquier caso, los aspectos fundamentales que debes mirar relacionados con el material y las prestaciones son los mismos que en el caso de las ventanas:
- Valores de aislamiento térmico y acústico.
- Resistencia a los impactos y seguridad. Sobre todo en el caso de las puertas de entrada.
- Y, por supuesto, no te olvides de elegir bien al instalador, ya que una puerta de calidad mal instalada puede convertirse en un foco de problemas y de derroche de energía.
2. Tipos de puerta
En el hogar podemos distinguir básicamente entre dos tipos de puerta según su funcionalidad: puertas de entrada y puertas interiores.
- Las puertas interiores generalmente se fabrican en madera pues dan un ambiente más cálido y acogedor al hogar. La decoración de cada puerta dependerá del estilo del conjunto de la casa, las hay muy trabajadas pero también completamente lisas. Pueden ser de uno o dos batientes, correderas, o incluso plegables como un acordeón. Si bien antiguamente solían fabricarse en madera maciza, en la actualidad lo habitual es que se recurra al chapado en maderas nobles que abaratan tanto peso como costes.
- Las puertas de entrada deben ofrecer fundamentalmente seguridad y aislamiento: Respecto a la seguridad tienen que ofrecer la mayor resistencia ante los posibles intentos de robo y ser capaces de impedir el paso de las llamas durante como mínimo un cuarto de hora, según la normativa vigente en España. Y en cuanto al aislamiento hay que recordar que son la barrera que separa el hogar del exterior, lo que nos aislará del clima y el ruido. Una puerta exterior de calidad tiene un grosor que ronda los 40 milímetros y puede ir reforzada con planchas metálicas interiores.
Para ver los tipos de apertura, echadle un vistazo a nuestro post: Ventanas y puertas: formas de apertura.
Asimismo podemos diferenciar entre dos tipos de puerta según la integración de la tecnología: puertas clásicas y puertas automáticas.
Las puertas tradicionales son las de toda la vida, con un mecanismo clásico en el que eres tú el que ejecuta la acción de apertura y cierre de la puerta, ya sea por manivelas, pomos… Y frente a éstas, está la opción más tecnológica; las puertas automáticas, con las que, por medio de dispositivos electrónicos como mandos o incluso ya puedes hacerlo desde el móvil, podrás controlar la apertura y cierre de tus puertas sin ningún tipo de esfuerzo.
Su uso está generalizado para oficinas, garajes y puertas de gran tamaño; pero también puede incorporarse en cualquier puerta de tu vivienda. La principal ventaja es sobre todo el confort y comodidad de poder controlar desde cualquier punto tus puertas; y la desventaja es el precio.
Y es que, dado que las puertas se abren y cierran continuamente, no debemos subestimar la energía que se pierde en esta acción; tal como pasa con la nevera: ¿sabías que uno de los factores determinantes para el ahorro energético de los edificios es la velocidad de apertura de la puerta? Pues ya sabes, nada de dejarte la puerta abierta de par en par si no quieres echar a perder todo, y si te decides por puertas automáticas además tienes que fijarte también en el tiempo de apertura que dicha puerta dispone: el tiempo es oro, dinero y ahorro
¡Hazte con puertas de calidad adaptadas a tus necesidades!