En anteriores posts hacíamos hincapié en la importancia de conseguir un confort y un bienestar en nuestro hogar. Sin una vivienda bien protegida de factores como el ruido o una temperatura inadecuada nos arriesgamos a que nuestra salud y la de los nuestros se vea resentida. No cabe duda de que el camino para evitarlo es seleccionar las mejores soluciones al alcance de nuestras manos.
¿Cómo podemos conseguir un aislamiento acústico y térmico adecuado?
El PVC (policloruro de vinilo) es uno de los mejores materiales aislantes para la vivienda. Aparte de ser un material duradero resistente al frío y al aire, nos garantiza una perfecta insonorización y aislamiento térmico gracias al diseño de sus perfiles.
La madera también es un buen material aislante pero, un viento fuerte, por ejemplo, lo desgastaría rápidamente y habría que repararlo. Algo parecido pasaría con incisión de las radiaciones solares.
Por si fuera poco, el PVC no necesita tratamientos especiales para su conservación. Si lo limpiamos con agua y jabón no se pudrirá ni se estropeará.
Y por otra parte… ¿a quién no le gusta tener la casa, aparte de bien aislada, bien decorada? El PVC te ofrece una amplia gama de colores que se ajustan a las necesidades estéticas de nuestro hogar. El aluminio también es un material disponible en varios colores, pero en invierno transmite la temperatura y “llora”, es decir, se llena de vaho, creando un efecto no demasiado vistoso.
El único inconveniente que tiene el PVC es que es un material contaminante. Aquí es donde Kömmerling entra en juego, ya que en nuestras fórmulas sustituimos todos los aditivos peligrosos (como el cadmio y el plomo) por estabilizadores de calcio y zinc. Además, cuando la ventana es retirada, los perfiles de la misma pueden ser reciclados para producir nuevas partidas de PVC.
Queda demostrado que, si queremos, podemos lograr el máximo confort acústico y térmico en nuestro hogar sin perjuicios económicos. ¿Todavía tienes alguna duda?