Son aquellos puntos de la fachada o tejado en los que se transmite más fácilmente el calor que en el resto de la superficie. Esto puede ser porque estén hechos de un material más conductor o porque se trate de un elemento que está en contacto a la vez con el aire de fuera y el aire de dentro.
Por ejemplo: si tengo unas ventanas de metal, éste estará en invierno mucho más frío que el muro de ladrillo, porque el metal es un material más conductor. Entonces toda la superficie de hierro se convierte en puente térmico.
¿Dónde puede haber puentes térmicos en mi casa?
Son típicos lugares o elementos susceptibles de constituir puentes térmicos:
- Los marcos de las ventanas si son de hierro o aluminio sin rotura de puente térmico. Los cristales colaboran si son muy finos.
- Los pilares embebidos en un muro en contacto con el exterior (el hormigón y el acero transmiten más que el ladrillo).
- El suelo de la vivienda en la zona cercana a la fachada exterior si el canto de forjado atraviesa la fachada.
- El cajón de la persiana o capialzado.
- Las hornacinas de los radiadores (el hueco excavado en el muro para colocar el radiador sin que sobresalga).
- La unión de tabiques interiores con muros de fachada.
Problemas de los puentes térmicos
Aunque a priori pueda parecer que la superficie de estos elementos es muy pequeña en proporción con el total de la vivienda, su efecto en la habitabilidad del interior puede ser enorme. Te lo explicamos:
- Por una parte, estos elementos están transmitiendo el calor de nuestra casa hacia fuera a través de su cuerpo. Se calcula que entre un 5 y un 10% del calor se pierde por los puentes térmicos.
- Por otra y peor parte, estos elementos están más fríos que los que tiene alrededor. La diferencia de temperatura entre elementos que están en contacto produce condensaciones que pueden desembocar en humedades. Éstas producen olores, moho y otras patologías en la edificación. Una vez que tenemos estas cosas es muy difícil eliminarlas de la edificación.
Encuentra tus puentes térmicos
Para algunos de ellos, como ventanas y cajones de persiana, funciona el sencillo truco de tocarlos cuando haga frío fuera.
En el caso de forjados puede ser fácilmente detectable desde el exterior: muchas veces el canto sale hasta el exterior, marcando las líneas de cada piso. Éste es un caso muy claro.
Si no es así, y para el caso de pilares o tabiques, hay que recurrir a pruebas de diagnóstico como la termografía. Encontrarás toda la información sobre esto en el artículo de diagnóstico de construcción.