Alternativas a los aparatos de aire acondicionado
Existen diferentes alternativas a los aparatos de aire acondicionado, muchas de ellas más económicas, ecológicas y cómodas para el uso diario. A continuación te mostramos algunas de ellas:
- Ventiladores: son mucho más baratos que un equipo de aire acondicionado, los hay desde 19 euros. Permiten un mayor ahorro energético, pero no enfrían el aire; lo que hacen es moverlo, provocando una corriente refrescante. De esta forma, consiguen que la sensación térmica baje entre 4 y 8 grados. Son recomendables para estancias aireadas y sombrías. Ganan efectividad colocados debajo de una ventana, de manera que aprovechen el aire proveniente de la calle.
- Climatizadores: También llamados termoventiladores, pueden utilizarse tanto para difundir calor como frío. La mayoría tienen reguladores de temperatura e incorporan sistemas antihielo y de protección contra el sobrecalentamiento. Son de reducido tamaño, por lo que ocupan poco espacio y pueden transportarse sin problema. En contra tienen su elevado consumo y escasa potencia y que son ruidosos. Su precio oscila entre 30 y 120 euros.
- Enfriadores de aire/Climatizadores evaporativos: usan un ventilador para hacer pasar el aire caliente ambiental a través de un filtro, constantemente mojado gracias a una bomba de agua (incorporan un depósito de agua y hielo), acelerando con este proceso la evaporación del agua, y consiguiendo una reducción del aire que impulsan entre 12 y 16º C con respecto a la temperatura exterior. Son recomendables para climas secos y cálidos. Cuando la temperatura exterior es muy alta, de 40 grados o más, son poco eficientes. Manejables, portátiles y de bajo consumo, no precisan de instalación y cuestan entre 100 y 500 euros.
- Bomba de calor: Con un gasto un poco mayor se puede instalar una bomba de calor, que ofrece la ventaja de ser utilizada como calefacción en invierno y como aire acondicionado en verano. El precio del aparato es algo más caro, aunque se pueden encontrar modelos en el mercado desde 750 euros. La instalación y su coste son similares a la de los aparatos de aire tradicionales. El consumo diario se ha reducido con respecto a las antiguas bombas: una unidad colocada en un dormitorio gasta unos 0.06 euros a la hora y una colocada en un comedor unos 0.09. Estos consumos son mucho menores que los del microondas o el lavaplatos.