Si estás leyendo esto es posible que ya hayas superado la fase de intentar hablar amablemente con tu vecino. Si no es así anímate porque ése siempre es el primer paso. Si tu problema es compartido con el resto de vecinos puedes acudir al presidente o al administrador para que mande una amable carta al vecino en cuestión sugiriéndole que modere sus actividades. Pero si, como suele ser frecuente, sufres tu problema en solitario pues las opciones se complican y muchas de ellas pasan por gastar bastante dinero.
Tipos de ruidos molestos:
- El primero, el más tratable, es el que se trasmite por el aire a través de las ondas sonoras. Éste es el más común cuando viene del vecino con el que compartes una pared. Hay familias verdaderamente ruidosas o que deben tener alguna clase de sordera cuando escuchan la tele. La buena noticia es que este tipo de ruido es el más fácil de eliminar si tienes un buen aislamiento acústico en las paredes.
- La segunda clase es el ruido de impacto que se transmite por vibraciones que se propagan a través de la estructura. Éste sí que es difícil, por no decir imposible de eliminar. Resulta que si tú quieres que tus vecinos de abajo no te oigan eso es fácil, pero si tú quieres dejar de oír a tus vecinos la cosa varía. Y uno puede decir yo subo arriba y le digo al vecino que levante el suelo y ponga un aislante y hasta le ofreces pagar la obra, pero a la gente no le hace gracia eso de las obras y casi seguro que te dicen que no. En fin, qué se le va a hacer.
Si te pones a investigar las opciones para el primer tipo “ruido aéreo” verás que te puedes volver loco porque aunque la más común es la lana de roca, hay un auténtico mundo de paneles multicámara, tela asfáltica, etc. El problema es que la mayoría de las empresas que hablan de materiales solo lo venden a profesionales y no hacen instalaciones a particulares, así que al final quien te lo instala es un albañil y de él te tienes que fiar. Pero es un gran riesgo porque en los temas de ruido o lo hacen muy bien o no sirve para nada el esfuerzo, sin medias tintas.
Si eres manitas y tu problema es el ruido aéreo antes de gastarte un dineral piensa si puedes instalar un buen aislamiento acústico en las paredes por ti mismo (o tu marido, amigo, primo…). En grandes almacenes de bricolaje puedes encontrar el material aislante que es bastante fácil de instalar. Que funcione o no dependerá de lo cuidadoso que seas al ponerlo. Piensa que el ruido entra por donde entra el aire y cualquier mínima corriente hará que el trabajo sea inútil. Piensa en cubrir enchufes, conductos de ventilación, luces y hasta cañerías.
Consejos prácticos para combatir el ruido de los vecinos
- Agota las opciones sencillas antes de meterte en obras: hablar con los vecinos, regálales unos taquitos para debajo de los muebles a ver si cuela, procura tapar el hueco de la puerta de entrada o colocar los muebles más pesados en las paredes compartidas.
- Si estás haciendo obra decántate por paneles de pladur que absorben la vibración antes de ladrillo.
- Busca siempre el consejo de un profesional antes de invertir una gran suma.
- Desconfía de cualquiera que te diga que va a eliminar por completo el ruido, mentalízate que eso no va a pasar. Se puede mejorar, pero no va a desaparecer 100%.
- Y si tu problema es el ruido por impacto y de todas formas estás decidido a buscar soluciones convéncete que si te metes a invertir hay que hacerlo bien y la única solución es convertir tu casa en una caja, aislando paredes, suelos, techos y con especial cuidado en vigas, bajantes y muros de carga.