Como no la «vemos» y algunas de las dolencias que produce no son inmediatas (de hecho, a veces no las relacionamos con haber sufrido exceso de decibelios), damos menos importancia a la contaminación acústica de la que tiene.
De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, el exceso de ruido interfiere con las actividades diarias en el hogar, el trabajo y la escuela, reduciendo el rendimiento y provocando cambios de carácter.
Además también advierte de que puede causar trastornos del sueño, efectos cardiovasculares y también psicológicos y fisiológicos.
Principales enfermedades causadas por la contaminación acústica
Las dolencias que la contaminación acústica causa o agrava no se reducen solamente a la posible falta de descanso, sino que se ha demostrado que también puede producir:
Trastornos del sueño
Aparte de la falta de descanso, menos rendimiento y mayor estrés que producen instantáneamente, el Journal of Noise & Health concluyó que la exposición a contaminación acústica nocturna estaba relacionada con enfermedades cardiovaculares. Y que incluso bajos niveles de ruido pueden afectar a un sueño reparador.
El descanso está relacionado con el bienestar de muchas vertientes de nuestra salud, no sólo del corazón, sino también hormonal, inmunológico o mental. Cualquier complicación del sueño se traduce en complicaciones de salud adicionales.
Subida de tensión arterial y problemas cardíacos
Altos niveles de contaminación acústica tienen efectos cardiovasculares. La OMS ha demostrado que una exposición a niveles de ruido altos o moderados, durante un periodo de 8 horas, incrementa la tensión arterial y los niveles de estrés.
Del mismo modo, se produce vasoconstricción (lo que sube aún más la tensión) y un incremento de enfermedades de la arteria coronaria.
Sordera inducida por ruido
En los estudios sobre ruido en el puesto de trabajo, las personas expuestas habitualmente a contaminación acústica presentaban menos sensibilidad auditiva que sus colegas no expuestos. Aparte de todo esto, se ha demostrado que el exceso de decibelios puede producir también tinnitus (ruido de fondo constante en los oídos), problemas psicológicos, empeoramiento de la memoria…
Quién se ve más afectado por la contaminación acústica
La Organización Mundial de la Salud también advierte que no todo el mundo se ve afectado de la misma manera por los decibelios.
Los niños pasan más tiempo en la cama, por lo que se ven especialmente expuestos a la contaminación acústica mientras descansan por la noche.
Los ancianos y los enfermos crónicos también se ven más afectados y comprometidos por los efectos de demasiados decibelios, ya que trastornos del sueño o el estrés afectan más a sus sistemas inmunitarios o cardiovasculares, que ya no son tan fuertes.
Del mismo modo, las personas que trabajan por la noche se ven más afectados por sus horarios. Asimismo los que tienen viviendas con materiales que son son de calidad sufren muchas veces contaminación acústica, por no poder tener hogares debidamente aislados contra el ruido.
Cuántos decibelios son contaminación acústica
Las recomendaciones básicas en cuanto a ruido son:
- 30 decibelios en dormitorios durante la noche para descansar bien.
- 35 decibelios en clases para permitir buenas condiciones de aprendizaje.
- 40 decibelios de media por año, fuera del dormitorio, para prevenir efectos adversos.
Por desgracia, la vida moderna supera enseguida esos niveles. Podéis consultar esta tabla de decibelios que ilustra situaciones reales y el ruido que pueden llegar a producir.
Una conversación en voz alta puede rondar los 50 decibelios en cuanto pongas un poco de pasión, mientras que el tráfico puede estar entre 60 y 80 decibelios según sea su intensidad y cercanía. Por otro lado, obras o música en la discoteca superan fácilmente los 100.
Un estudio realizado concluyó que el 40% de la población de la Unión Europea se expone habitualmente a ruidos de tráfico por encima de 55 decibelios. También que un 20% se ve afectada durante el día por contaminación acústica por encima de 65 decibelios y, lo que es aún peor, uno de cada tres europeos sufre más de 55 decibelios durante la noche.
Así que es importante hacer de nuestra casa un refugio contra la contaminación acústica con un buen aislamiento exterior, especialmente con puertas y ventanas, así como buscar esos momentos de silencio y cuidar especialmente el descanso nocturno.
Los efectos de la contaminación acústica están demostrados y son graves, pero no estamos indefensos y se puede hacer mucho para contrarrestar esos decibelios de más.