Tenemos que aislarnos del ruido, la contaminación y la temperatura; controlar la ventilación y renovación del aire; cuidar plantas y animales y, por supuesto, a nuestra familia; vigilar puertas y ventanas, fugas de gas y agua, detectar humo y posibles incendios. Y todo esto, con el mínimo gasto energético y con el poco tiempo que nos queda al día después del trabajo y la familia. Parece bonito, pero también difícil.
Tranquilos, lo primero que debemos saber es que no hay que hacerlo todo de golpe. Otra alternativa es asumir que ya estamos en el siglo XXI y que la tecnología pone a nuestro alcance la facilidad de lograr estos objetivos. ¡Conozcámosla!
Entendemos por domótica al conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación. Esta palabra viene de la unión de domos (casa) y tica (que funciona por si sola), lo cual nos deja clara las intenciones de esta ciencia.
Los servicios que ofrece la domótica se pueden agrupar según estos aspectos:
Permite programar la climatización así como cualquier aparato eléctrico racionalizando el consumo. También gestiona diferentes tarifas derivando el funcionamiento de algunos aparatos a horas de tarifa reducida. Controla también las persianas para evitar pérdidas o ganancias de temperatura no deseadas.
Conlleva todas las actuaciones que se puedan llevar a cabo que mejoren el confort en una vivienda. Respecto a iluminación se puede conseguir el apagado general de todas las luces de la vivienda, su regulación según el nivel de luminosidad ambiente. También se puede lograr la automatización de todos los equipos dotándolos de control eficiente y de fácil manejo, la integración del portero al teléfono, o del video-portero al televisor, control vía Internet, gestión multimedia y del ocio electrónico mediante programas de forma sencilla para el usuario.
Podemos proteger tanto nuestra casa como nuestra seguridad y la de nuestra familia fácilmente. Existen simuladores de presencia, alarmas de detección de incendios, fugas de gas, escapes de agua, alerta médica mediante teleasistencia, cerramiento de persianas puntual y seguro, acceso a cámaras IP para vigilar nuestra casa incluso desde el teléfono móvil.
4. – Comunicaciones:
Es posible controlar toda tu casa desde la palma de tu mano. Pero lo más sorprendente es que puedes hacerlo desde cualquier parte del mundo. Controlar la luz, las alarmas, cortar el agua, preparar la calefacción… es posible desde cualquier ordenador o teléfono móvil. Un sinfín de posibilidades.
Bienvenidos al futuro