Se trata de un delito que provoca no sólo daños económicos, sino también secuelas psicológicas como depresiones, estrés postraumático o cuadros de ansiedad ya que supone una grave invasión en la intimidad de las personas.
Para ayudarte en caso de que seas víctima de este delito y sepas cómo actuar, te damos una serie de tips fundamentales:
Llamar a la policía
Si percibes signos de allanamiento en tu domicilio como una cerradura forzada, una puerta abierta, una ventana rota o entras en casa y ves que todo está revuelto, lo primero es evitar acceder al interior de la vivienda porque los ladrones aún podrían estar en ella.
Ponte a salvo en un lugar seguro como la casa de un vecino y llama inmediatamente a la Policía Nacional (teléfono 091), o a la Guardia Civil (teléfono 062) o a Emergencias (112),
En el caso de que sorprendieras a los ladrones en mitad del robo, nunca te enfrentes directamente con ellos porque pueden ir armados o ser violentos, al contrario, muéstrate empático para conseguir que se vayan sin hacerte daño.
Hacer memoria e investigar
Cuando la policía llegue al domicilio, es vital intentar recordar cada detalle, por pequeño que nos pueda parecer, para que tengan más información.
También, podemos acompañarlos a que hablen con los vecinos por si escucharon ruidos o si vieron algo raro.
¡No tocar nada!
Aunque tengamos ganas de correr a recoger nuestras cosas y ver qué es lo que nos han robado, debemos mantener la calma e intentar no tocar nada para no eliminar posibles pruebas o pistas. De no ser así, podríamos borrar sin querer las huellas de los ladrones y complicar la investigación.
Elaborar una lista de los objetos robados
Cuando la policía ya haya hecho su labor y puedas entrar en tu casa, es el momento de confeccionar una lista con todos los objetos que hayan sido sustraídos o dañados, con todo lujo de detalles, una estimación de su valor, incluso fotografías si tuviéramos, así como facturas o tickets de compra.
Si nos han robado documentación como pasaportes o carnets de conducir debemos comunicárselo a las autoridades lo antes posible para evitar un mal uso.
De igual modo, si ha desaparecido alguna tarjeta de crédito, tenemos que avisar al banco, y si teníamos en algún ordenador o aparato electrónico nuestras contraseñas o información financiera, es conveniente informar a la entidad financiera para que anule las contraseñas y los accesos a la banca en línea.
Presentar una denuncia
La denuncia por robo debe presentarse dentro de las 72 horas siguientes, explicando en profundidad cómo ocurrieron los hechos, los daños que se han sufrido, qué es lo que ha sido robado…
Al acabar, debemos pedir una copia de la denuncia porque es un documento obligatorio para poder tramitar el pago del seguro.
Dar parte a la compañía de seguros
Con la denuncia en una mano y la lista de objetos hurtados en la otra, llega el momento de dar parte a la compañía de seguros.
El perito de la compañía se desplazará al domicilio en cuestión para realizar un reconocimiento y analizar los daños tanto de los objetos robados o siniestrados como los perjuicios en la propia vivienda tales como ventanas rotas, puertas forzadas, etc.
Protege tu hogar
Para sentirte más protegido e impedir que padezcas ansiedad tras el robo, es recomendable reforzar los mecanismos de seguridad de tu casa. Obviamente, si han forzado tu cerradura, tendrás que cambiarla e instalar una más potente que pueda hacer frente a las nuevas técnicas de los ladrones. También, puedes colocar puertas blindadas, rejas en las ventanas o alarmas de seguridad para incrementar tu tranquilidad.
Revisar el seguro del hogar
En función del tipo de seguro del hogar que tuvieras contratado, estarás satisfecho o no con el servicio que te han ofrecido. Si ha sido insuficiente, es el mejor momento para comparar otros seguros.
En este sentido, tienes que tener en cuenta que los objetos de gran valor, como joyas o aparatos electrónicos de calidad, tienen que declararse de forma individual en el contrato de la póliza, y debes analizar las limitaciones del seguro como los objetos sustraídos en terrazas, trasteros, jardines o espacios abiertos, que no suelen incluirse aunque pertenezcan a la vivienda.
Estas son las pautas básicas para responder a un robo en una vivienda, pero lo más importante es intentar mantener en todo momento la calma para poder actuar y no quedarte paralizado por los nervios propios de este tipo de situaciones.