Los sensores son dispositivos electrónicos capaces de detectar movimientos u otras magnitudes. Una serie de sensores estratégicamente colocados en nuestra casa pueden mejorar nuestra seguridad contra intrusos u otros riesgos como fuego o gases.
Su funcionamiento es sencillo: cuando detectan algo los sensores se conectan a un ordenador central. El ordenador procesa la información y la envía a los dispositivos más utilizados por el usuario, como móviles, portátiles o PDAs. Además, todo el sistema puede estar controlado por una empresa de seguridad que envíe ayuda en caso de robo o incendio.
Tipos de sensores:
- Sensores de movimiento: detectan movimientos no habituales cuando no estamos en casa.
- Sensores de humo: detectan incendios por alimentos quemados, cortocircuitos, etc.
- Sensores de fuego: detectan cuando hay pequeños incendios en nuestro hogar.
- Sensores de gases: detectan fugas en la instalación o gases externos.
- Sensores de agua: detectan fugas en la instalación de agua.
- Sensores de apertura de puertas: detectan cuando hay puertas mal cerradas o alguien la está abriendo.
- Sensores de rotura de cristales: detectan, mediante el ruido, la rotura de cristales y encienden las alarmas.
- Sensores perimetrales: un cable sensor colocado en el perímetro de nuestra casa nos indica cualquier intromisión.
Imagen: Flickr (uhhey)