- Tamaño de la mesa y sillas. Ten en cuenta que no es lo mismo preparar una mesa para seis que para veinte y más aún si dispones de 60 m o de 100 m y, todo ello, aprovechando tu mobiliario habitual. Sea cual sea tu necesidad estudia bien tu espacio: Si tu salón es cuadrado y no vais a ser demasiados quizás le vaya bien una mesa redonda o rectangular pero cuidado con encerrar a tus invitados o bloquear los accesos, eso convertirá el evento más chulo en una pesadilla. Y si tienes hueco, apuesta por una mesa auxiliar (también vale esa cómoda despejada o el baúl del pasillo) en la que ir poniendo platos extra, pan, los hielos o las bebidas, con lo que evitarás incidentes y que los asistentes tengan que “jugar” al tetris para verse mientras cenan.
- Mantel, dos aspectos fundamentales: tejido y color. El tejido depende un poco del presupuesto y de lo que estés dispuesto a sacrificar porque, por ejemplo, si va a haber muchos niños quizás sea mejor comprar un lule con lo que aseguras una buena limpieza. Por el contrario, los clásicos manteles de hilo y algodón son un deleite para la vista y el tacto. La gran ventaja de la nochevieja es sin duda que se trata de un evento más festivo, menos protocolario (salvando el momento de las uvas y el brindis claro), y sobre todo mucho más abierto a juegos decorativos. Puedes optar por los burdeos, plateados o dorados; aunque otra de las tendencias estrella son los naranjas y morados o los siempre puros blancos, aunque estos últimos se manchan casi con mirarlos y dependiendo del menú que elabores puede que queden marcados para siempre.
- Servilletas, lo normal es seleccionarlas en base al mantel, bien como complemento que se mimetiza o como elemento protagonista que rompe con el color liso de la mantelería. Te aconsejamos que en caso de duda optes por colores más oscuros puesto que son más limpios y que si tienes tiempo investigues alguna forma original de doblar servilletas para presentarlas: las figuritas con servilletas dan un toque muy elegante y personal a la hora de vestir tu mesa.
- Platos… La vajilla es todo un comodín, realmente con un poco de buen gusto casi cualquier motivo es adaptable, por ejemplo, tienes unos platos un poco retros, pues prueba a darle más fuerza al resto de los componentes y listo; o la inversa igual, tus platos plateados pueden ser los protagonistas de la mesa. Y un dato a tener en cuenta: Coloca siempre el plato más grande al fondo y ves subiendo, ganas en estética y en funcionalidad.
- Copas, te recomendamos que seas realista con los vasos y es que poner muchas copas, que si para el vino, el agua, etc queda precioso pero es muy arriesgado tanto para la cena como para su limpieza; tú sabrás que riesgo estás dispuesto a correr. Para darles un toque más de fiesta prueba a decorar la parte inferior, el efecto será inmediato. Pero, eso sí, guarda las copas del brindis y no las saques hasta el final para evitar que haya bajas y alguno de los presentes se quede sin poder brindar.
- Cubiertos, puedes ponerlos jugando con las servilletas u optar por la colocación más clásica, ese orden que nunca sabes si haces correctamente. El truco es colocar los tenedores a la izquierda y cuchillos y cucharas a la derecha. Y, ojo al dato, siempre colocados por orden de uso que se le vaya a dar, los que usaremos para los entrantes van en la parte más externa y los de los postres en la cabecera. Pero vamos que éste sea el orden establecido no significa que no puedas basar tu colocación en los criterios que más te gusten marcando así la diferencia.
- Extras: velas, centros de mesa, flores… Aquí, tenemos un universo de opciones. Por ejemplo puedes poner velas de diferentes tamaños, pétalos de flores o piedras de colores a juego con tus colores base esparcidos por tu mesa. Las flores siempre están bien, pero quizás siendo nochevieja puedas ser un poco más trasgresor y poner un centro con gominolas, chocolates o confeti. Y si pones ambientadores encima te aseguras un buen olor jejej.
Ah sí, ¿qué hacer con la decoración de navidad? No es necesario que la quites, pero si que la combines, en nochevieja el árbol no es el protagonista.
Y, ¿sabes dónde puedes encontrar grandes ideas? Pues nada más y nada menos que en las mesas de bodas Una idea, prueba a crear tu Kit de Año Nuevo, el cual puede ser personalizado o más general: las uvas, unos caramelos, serpentinas o incluso un antifaz hará que dejes a tus invitados boquiabiertos y te conviertas en el anfitrión ideal.
Y no te olvides que al final lo más importante es pasarlo bien y estar con la gente que quieres, acompañados de una buena cena, claro está.
¡FELIZ AÑO NUEVO!