En la elección de una buena alfombra debemos tener en cuenta la ubicación, el uso, el material, el diseño y, por supuesto, el precio. Pero también nuestro gusto, y es que las alfombras son algo más que un simple objeto decorativo, son un símbolo de identificación. Hay una alfombra para cada tipo persona:
- Atrevido: No eres de los que se asuste por cambiar, al revés. Por eso nuestra recomendación es que les eches un vistazo a los fantásticos modelos estampados que encontrarás en el mercado. Verás que son muy diferentes de las típicas alfombras persas que tenían nuestras abuelas en casa.
- Clásico: Eres una persona serena y tradicional. Sin duda nuestra opción en este caso es algo sencillo y elegante, nos decantamos por colores lisos, sobre todo por tonalidades suaves. Y ¿qué te parecería un color crudo o combinar un blanco y negro?
- Colorista: Los colores vivos transmitirán toda tu energía y alegría a las estancias de tu casa. La gente tan positiva como tú sabe jugar con diferentes tonalidades. Y lo mejor de todo es que te divertirás descubriendo este mundo de color.
- Creativo: Sin duda tu imaginación y tu originalidad son algunos de los rasgos que te definen, así que por qué no reflejarlo en tus alfombras también. Te aconsejamos que te informes acerca de las alfombras con diseños algo fuera del común corte rectangular: ¿Qué tal cambiar por otra figura geométrica como una circular o combinar varias? Aquí tienes interesantes propuestas.
- Ecológico: Sí, si eres una persona preocupada con el medio ambiente puedes encontrar numerosas marcas para este producto con un alto nivel de implicación en este ámbito. Y está claro que para ti la clave es el material natural, y por eso, lo mejor será la lana o el algodón.
Y tú, ¿con cuál te identificas?