Lo primero de todo y más obvio es que hay que conseguir bastantes palets (antes de empezar tenemos que calcular cuántos vamos a necesitar y coger alguno de más por si acaso). Y, ¿de dónde los sacamos? Hay personas que los pueden conseguir fácilmente y sin gastarse un duro en sus propias empresas, bien porque tienen de sobra y se los pueden dar gratis, o bien porque los pueden coger de su propio negocio. Si ninguno de éstos es vuestro caso, siempre podéis comprarlos, ya sean nuevos o de segunda mano (os recomendamos esta última opción más económica). En Internet encontraréis numerosas páginas de venta de palets y también en algunas empresas os los pueden vender por poco dinero, ya que tienen de sobra.
Ya tenemos los palets recopilados. Ahora toca ponerse manos a la obra.
Empezamos…
Lo primero de todo, ya sean los palets nuevos o no, es lijarlos bien para dejarlos lisitos, suaves y sin astillas. Si tienes (o te pueden prestar) una lijadora eléctrica lo harás mucho más rápido y cómodamente.
Una vez lijados, hay que darle una capa de algún producto (aceite o similar) que proteja la madera contra las humedades y contra los bichos (como termitas y otros) y después ya le daremos una capa de barniz o aceite de teca (si queremos mantener un aspecto natural) o pintarlos (si preferimos dejarlo de un color en concreto. Por ejemplo, el blanco siempre es una buena opción).
Para que el asiento sea un poco alto, se pueden poner dos palets, uno encima de otro, y unirlos con unas pletinas para ensamblar los palets o directamente pegarlos con cola de contacto y atornillar el respaldo a los dos palets que hacen de asiento. Y lo mismo con la mesa, habrá que poner como mínimo un palet encima de otro para hacerla más alta. En este caso, si se quiere dejar un espacio entre uno y otro para meter cosas, los podemos separar con unos pequeños tablones para darle más altura.
Para finalizar el trabajo, ya sólo nos falta el toque final: compra (o haz tú mismo) unos cojines de gomaespuma para poner sobre los palets y poner el broche de oro a tu zona chill-out. También hay tiendas (muchas de ellas online) donde te venden los cojines a medida y puedes elegir entre una gran variedad de colores y acabados para las fundas, material impermeable, diferentes texturas… además de distintos complementos decorativos para añadir al conjunto. Ten en cuenta que conviene que las fundas se puedan quitar con cremallera para poderlas lavar fácilmente. A la hora de elegir los cojines, tienes que tener claro qué palets has utilizado para pedir la medida que corresponde y no colarte en este punto (europeo, americano, industrial…). Y si quieres puedes fijarlos al palet poniendo tiras de velcro, aunque esto no es del todo necesario.
Y voilà, ya tienes una estupenda zona chill-out en tu jardín para pasar fresquito y tan a gusto las calurosas noches de verano.