Si trabajas desde tu hogar, en multitud de ocasiones bien no tienes la estancia debidamente acondicionada, bien no consigues alcanzar la concentración; bien no eres capaz de auto-establecerte normas y tiempos efectivos de trabajo… Si éste es tu caso, las OfficePod son tu solución. Claro, el primer requisito es tener un jardín, y que este sea amplio. El segundo, tener solvencia para poder adquirir una (el precio es justamente la principal desventaja).
Se trata de un espacio independiente y compacto, idóneo para el tele-trabajo. Con él, además, consigues desintoxicar tu vivienda del campo laboral, o incluso, si para los más perezosos puede ser la oportunidad perfecta para mudarte a tu nueva oficina y exigirte un horario profesional.
Y si hay un país que está a la cabeza de esto ese es Reino Unido, aunque en Francia también encontramos algunas empresas especializadas en este campo. Las dos que más nos han sorprendido son: la francesa JardinBureau y la británica Pod Space.
Lo mejor es que no solo te vale como despacho, es extensible para otros usos como habitaciones de invitados, sala para tu hobby musical… ¿Se te ocurre para qué más y cómo pondrías el tuyo?
En fin, una idea muy atractiva, sencilla, pero que requiere inversión. Si tienes jardín, dinero y te ha gustado la idea… ¡el éxito está asegurado!