1. Recordad que un terrario es un jardín en miniatura por lo que el primer paso es constituir una base sólida. Para ello, echad la arena y colocad las piedras al gusto con una capa de unos 2,5
2. Tras esto, toca colocar el musgo y determinar la distribución de las demás plantas. Lo ideal, según Enid, es trabajar de atrás hacia delante para evitar desastres. Eso sí, cuando escojáis las plantas tened en cuenta que sean similares y compatibles.
3. Una vez tengáis el musgo y el resto de plantas colocadas, darle un toque más colorido y personal con cuentas de colores, conchas u otros objetos que se os ocurran.
4. Retocar la posición de las plantas y regar.
Además, una de las principales ventajas de tener tu propio terrario es que no necesita apenas mantenimiento: con que no le de la luz directa del sol, le de un poco el aire una vez al día y las plantas se mojen un par de veces por semana será suficiente.
¡Resultado fantástico y sostenible!
Materiales que necesitarás:
- Jarra de café transparente (y sino tienes puedes optar por objetos de vidrios transparentes,
- Plantas especiales para terrario: musgo, plantas de aire, cactus…
- Arena decorativa blanca
- Carbón activado.
- Rocas y piedras decorativas de acuario, del río…
- Elementos decorativos: conchas, cuentas de colores, etc.
Fuente Diario Ecología | Imagen bloguera Enid