Hacer una mudanza es una de las tareas más estresantes y que mas quebraderos de cabeza suele ocasionar. Una buena organización y planificación son clave pero, en muchas ocasiones y cuando son mudanzas muy grandes, lo más sensato es confiar en una compañía para que se encargue del servicio y pueda darnos confianza y tranquilidad en todo el proceso.
Cómo hacer una mudanza
Dentro del sector de las empresas que se dedican a esta labor hay una gran variedad, las hay que simplemente transportan las cajas empaquetadas por el cliente y las dejan en el destino indicado, y las hay que se encargan de recoger todo, colocarlo en las cajas, desmontar los muebles en el origen y montarlos en tu nueva casa.
Con solo meter en cualquier buscador de internet la palabra mudanza, aparecen un montón de empresas que se dedican a ello. Ahora bien, ¿cómo saber si son de fiar o cuáles nos darán un buen servicio? Desde Vivienda Saludable te contamos en qué aspectos hay que fijarse para que el proceso tenga todas las garantías posibles:
- Comprueba que la empresa que vas a contratar está legalmente establecida. Otro punto extra sería que esté sometida al Sistema Arbitral de Transportes o de Consumo. Ya que, si te surge cualquier tipo de problema, la junta puede mediar en tu reclamación con la empresa de mudanzas.
- Recuerda que todas estas compañías están obligadas, por ley, a ofrecer una cobertura por pérdidas o daños de los bienes transportados, aunque su responsabilidad está limitada.
- Antes de firmar nada, verifica que la empresa de mudanzas tenga un seguro de responsabilidad civil y de transporte. El seguro de responsabilidad civil responde ante los desperfectos que puedan producirse en los bienes inmuebles durante la mudanza, por ejemplo, arañazos en la pared o desperfectos en el portal. El seguro de transporte cubre todos los desperfectos que se puedan ocasionar en los bienes del usuario durante el transporte de una casa a la otra. Pero ¡ojo!, este tipo de seguros suelen tener ciertas limitaciones, por lo que muchas compañías ofrecen seguros adicionales para cubrir el valor real de mercado de tus bienes.
- Asegúrate de firmar el contrato con la empresa de mudanzas por escrito (no por teléfono). Y, al firmarlo, es importante que quede concretado el tipo de servicio, la fecha y punto de partida y destino de la mudanza, detallar los muebles y objetos que se van a transportar y el estado en el que encuentran. Te recomendamos que hagas fotografías de tus objetos más delicados y valiosos y, si es posible, tasarlos. En el contrato, además, tiene que figurar nombre o denominación social, domicilio, identificación fiscal y teléfono de la empresa, tus datos completos y el precio total. Has de fijarte también en que aparezca el seguro contra daños, el importe al que asciende la responsabilidad asumida por la empresa y el plazo estipulado para las reclamaciones.
- Qué hacer si algo se rompe: si los daños se perciben en el exterior, tienes que hacerlo constar en el mismo momento, en el inventario que el transportista te pedirá que firmes. Si son de otro tipo y no se ven a simple vista, existe un plazo determinado para reclamar -siempre por escrito- a la empresa de mudanzas, pero eso depende de las condiciones de cada seguro.
Como recomendamos habitualmente, lo mejor es dejar por escrito todos los puntos del acuerdo que hemos firmado con cualquier empresa – en este caso de mudanzas- para que, a la hora de que surja cualquier reclamación, tengamos pruebas a las que agarrarnos.