De acero, hormigón o madera. Las viviendas prefabricadas se diseñan “a la carta”, con los materiales más innovadores y duraderos, y a partir de un presupuesto más ajustado que las tradicionales. Aun así, ¿todo son ventajas? Evaluamos los puntos fuertes y débiles de estas construcciones cuya demanda no ha dejado de crecer durante los últimos tres años.
En nuestro país, la compra de casas prefabricadas y modulares se ha situado en un segundo plano durante años, arrastrando una “mala fama” a partir del supuesto uso de materiales poco duraderos y de baja calidad. Las cosas han cambiado y el mercado español de viviendas prefabricadas y modulares se ha disparado en los últimos años, tal y como sucede en Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y países europeos como Suecia e Inglaterra. En España, se ha pasado de 2.000 solicitudes a finales del año 2015 a 7.000 en el año 2017, según algunas fuentes.
Varios factores han influido en este cambio de tendencias que han desmontado prejuicios culturales asociados a estas viviendas. Desde la crisis económica de años atrás a la puesta al día de un sector que emplea materiales sostenibles y duraderos. Y es que los inmuebles prefabricados de hormigón actuales no tienen nada que envidiar a los tradicionales.
Principal ventaja de las casas prefabricadas
Diseño “a la carta”, y mucho más económico
Uno de los atractivos de optar por una vivienda prefabricada, modular o en paneles, es el de poder diseñar la casa soñada, desde los cimientos. Con el asesoramiento de profesionales expertos en el tema, el consumidor desarrolla, sobre mapa, la estructura distribución, e incluso los acabados y materiales que se emplearán en la construcción, en tiempo “récord”, de su nueva casa. Un diseño personalizado sujeto a la disponibilidad presupuestaria del cliente.
Se calcula que las viviendas prefabricadas son, de media, entre el 20 y el 25% más baratas que las convencionales, aunque los porcentajes varían según las fuentes consultadas. Se habla de un coste medio de 70.000 euros, aunque se pueden adquirir a partir de los 10.000-15.000, en función de los metros cuadrados presupuestados. Ello se debe a que se precisa menos mano de obra y se producen ahorros de tiempo, cercanos a ¾ partes de lo que costaría una obra convencional. El tiempo de entrega oscila entre cuatro o cinco meses, aunque se puede ajustar en función del fabricante elegido.
Principal inconveniente de las casas prefabricadas
El coste de la parcela, principal inconveniente
En primer lugar, es preciso averiguar el precio por m2 de la zona geográfica, donde se pretende colocar la vivienda prefabricada; en segundo lugar, que sea un suelo donde se pueda edificar en términos legales. No es ningún secreto que un terreno urbano es más caro que uno rústico, por eso buena parte de estas casas se instalan en las afueras, rodeadas de naturaleza. Esta segunda opción implica la ubicación de viviendas sostenibles, respetuosas con el medio ambiente, algo a tener en cuenta también por parte del usuario.
Una vez superados tópicos culturales y trabas financieras -posiblemente se precise financiación extra para adquirir el terreno-, cabe citar el último escollo. Nos referimos al mantenimiento de estas viviendas, que requieren pequeñas reformas cada dos o tres años. Algunos expertos no recomiendan las casas prefabricadas de madera, a pesar de haber sido tratadas contra un posible incendio, ya que consideran que su mantenimiento es superior a las de acero u hormigón.
Las casas prefabricadas quizás sean una alternativa a los precios altos de alquileres y vivienda nueva en España. Algo que debemos tener en cuenta.