- Tipo de apertura: Las más habituales son las puertas o ventanas correderas, ya que una batiente tan grande no resulta demasiado práctica. Existen otras opciones como la Oscilo-Paralela de KÖMMERLING que al elevarse sobre sí misma carga el peso en el herraje y puede moverse sin esfuerzo y con comodidad. Otra opción es la apertura plegable, con varias hojas que se pliegan como un acordeón.
- Estructura: PVC y aluminio, por su fácil mantenimiento, son los materiales más empleados para la estructura. No obstante, el PVC tiene mejores propiedades aislantes. Respecto al cristal, el más solicitado en zonas urbanas es el doble cristal con cámara de aire intermedia, por el aislamiento acústico y térmico que proporciona.
- Diseño: Se pueden combinar varias puertas y ventanas con elementos fijos o hacer todo el cerramiento fijo sin posibilidad de apertura.
- Techo acristalado o de cemento: Cuando se colocan cerramientos en la terraza, sea cual sea el diseño que hayamos elegido, se puede optar por realizar un techo de cemento u otro material similar o realizarlo con cristales. Los cristales permiten crear un efecto más natural, ya que a través de ellos se puede contemplar el cielo estrellado, las nubes, disfrutar de los rayos del sol y aprovechar la luz solar como iluminación del lugar.
- Peso: Por último debemos considerar también el factor peso, especialmente si se trata de un cerramiento metálico. En función de la obra que pretendamos construir tendremos que verificar si la terraza o azotea podrá soportar el peso extra, ya que no siempre es así.
Imagen: Flickr (daryl_mitchell)