Como explicábamos días anteriores, la ventana tiene una función fundamental en la vivienda. Aparte de aislarnos del ruido, nos protege de los flujos de calor y frío y mantiene el nivel adecuado de calefacción y climatización del hogar.
¿Cómo se logra? Es fundamental la buena elección de los elementos que forman la ventana:
- El marco estructural de la ventana que, dependiendo del material con el que esté hecho, contribuirá más o menos al ahorro de energía y la eficiencia energética.
- La calidad del vidrio y las cámaras de aire que se deje entre ellos para mejorar las prestaciones.
Las ventanas de PVC ahorran más energía en comparación con las que están hechas con otros materiales como el aluminio y la madera: es una de las conclusiones del informe realizado por el profesor Baldasano y su equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña.
En este estudio se contabilizan los consumos energéticos y las emisiones de CO2 de cada una de las fases del ciclo de vida de una ventana:
- Extracción y producción de materias primas y obtención de los elementos de la ventana.
- Transporte a montaje
- Montaje
- Transporte a edificio
- Uso de la ventana: es la etapa más duradera.
- Transporte a vertedero
- Disposición en vertedero
- Desconstrucción: la ventana ya no está en uso y se traslada al centro de reciclaje.
Uno de los datos sacados del estudio nos dice que una ventana de PVC tiene una vida media de 50 años sin que sea necesario un consumo energético grande para el mantenimiento. Esto tiene bastante relevancia, ya que todos los resultados globales del informe de Baldasano indican que entre un 42% y un 97% de la energía que se pierde a través de la ventana se da en la etapa de uso.
En las fases de extracción y producción de materiales, el PVC también sale ganando, ya que en las ventanas de aluminio se consume un 52% del valor total de la energía consumida y, en las de PVC solamente el 14%.
Para finalizar y, para remarcar las ventajas de tener ventanas en PVC en nuestros hogares, señalamos que una ventana de PVC presenta el menor consumo de energía con un 30% del material reciclado.
En Kömmerling apostamos por el PVC de máxima calidad, especialmente resistente y reciclable: una vez que las nuestras han cumplido su misión en el hogar, los perfiles son reciclados para producir nuevas partidas de PVC.
Contribuyamos todos al ahorro energético, una posibilidad que está en nuestras manos y, sobre todo, en nuestra vivienda.