Mucho se habla de los alérgicos al polen, muy especialmente ahora con la entrada de la primavera, pero existen otro tipo de alergias que también dificultan el día a día, independientemente de la estación en la que nos encontramos.
Sin ir más lejos los alérgicos al polvo, que ven como puede agravarse su situación cuando se ponen a limpiar, o los alérgicos a determinados componentes de los productos o detergentes limpiadores.
Hay que tener en cuenta que la alergia y sus síntomas pueden agravarse o derivar en patologías serias como una conjuntivitis, una rinitis o un problema respiratorio, por eso hay que tomar ciertas precauciones.
Desde Vivienda Saludable queremos ayudar a que esas tareas de limpieza sean realizadas con el mínimo riesgo posible y no agraven cualquier tipo de alergia que se padezca, especialmente si es al polvo, por eso compartimos una serie de recomendaciones:
- Siempre hay que ventilar: un error muy común es pensar que es mejor no ventilar nuestra vivienda a diario si hay alérgicos en ella. Y lo que no hay que olvidar es que es necesario que entre aire nuevo cada día.
- Apostar por las aspiradoras: además de hacer las tareas de limpieza mucho más cómodas, atraen toda la suciedad sin levantar el más mínimo polvo en el ambiente. Si es posible, es mejor decantarse por un modelo que incluya filtro HEPA (que permite capturar las motas más pequeñas). En el caso de que prefieras la escoba, te sugerimos que sea una con cerdas de goma para minimizar el polvo ambiental.
- Mejor sin alfombras. Uno de los elementos de la casa que no se aconsejan para alérgicos al polvo son las alfombras y cortinas. Si aun así, queremos mantener ambas en casa, debemos ser constantes con su limpieza ya que retienen mucha suciedad
- Es vital protegerse. A la hora de limpiar los guantes y mascarillas van a ser tus aliados. Las alergias se manifiestan a nivel respiratorio y cutáneo, por lo que es fundamental que te protejas para evitar posibles reacciones.
- A la hora de hacer la cama: no basta solo con hacer la cama a diario para evitar que se acumule polvo en las sábanas. Es necesario sacudir las mantas y las sábanas para eliminar el polvo que se acumuló durante el día anterior. Además, lo ideal es cambiar las sábanas una vez por semana.
- Adiós al plumero. Realmente el plumero levanta el polvo, pero no lo quita de las superficies porque vuelve a caer sobre ellas. Un paño húmedo es la mejor alternativa para limpiar los muebles porque así se elimina la suciedad por completo. Además, es mejor hacerlo con paños y bayetas de microfibra en lugar de algodón
- Limpia con frecuencia los filtros de acondicionadores de aire, purificadores, extractores o calefactores, ya que son una fuente de alérgenos.
- A favor de los deshumidificadores: son muy útiles para controlar los niveles de humedad en las distintas habitaciones y estancias del hogar. Esto es muy importante, ya que los ácaros sienten predilección por los lugares húmedos, y un deshumidificador es la herramienta ideal para mantener a raya a estos bichos.
- Si tienes alergia a los componentes químicos de algunos limpiadores, apuesta por los productos naturales para desinfectar tu hogar como el vinagre blanco o el jabón neutro. Son aptos para todo tipo de superficies y para todo tipo de manchas.
- En el baño es importante evitar el moho que puede producirse por una humedad excesiva, y que resulta muy perjudicial para las personas alérgicas
En definitiva, si tienes algún tipo de alergia y vas a ponerte a limpiar, lo más sensato es protegerte con guantes y mascarilla y usar productos que no levanten más polvo, sino que lo eliminen sin causar mas molestias.