Las altas temperaturas y otras incomodidades del verano hacen especial mella en las personas embarazadas. Para intentar que sean más llevaderas, desde Vivienda Saludable te ofrecemos unas sencillas recomendaciones que pueden hacerte la vida más fácil.
Hidratación y alimentación saludable
Asegúrate de llevar agua siempre contigo. Según los expertos, la hidratación en el embarazo requiere unos 2’7 litros (unos diez vasos al día), cantidad que puede aumentar si hace mucho calor. Una buena hidratación ayuda a evitar problemas como los golpes de calor, previene el estreñimiento, las hemorroides, la retención de líquidos (con el tan indeseado edema), el acné, contribuye a la elasticidad de la piel… Además de beber agua, puedes aumentar la ingesta de líquidos con zumos naturales, leche… bebidas naturales y refrescantes que, junto a fruta y verdura, aumentan la hidratación corporal. Sin olvidarnos de uno de los platos estrellas del verano: el gazpacho (Recetas de verano para mitigar el calor · Vivienda Saludable). Además podemos recurrir a la gran cantidad de frutas que hay de temporada.
El verano es la época perfecta para comer fuera de casa, refrescarnos con los helados…. Por ello, es importante controlar nuestra alimentación y de forma puntual si queremos, darnos un capricho.
Hábitos de vida durante el embarazo
- Sigue haciendo ejercicio si el médico te lo permite, aunque sea solo salir a dar un paseo y, por supuesto, evita las horas centrales del día y siempre procura hacerlo en un lugar que tenga posibilidad de sombra (árboles, sombrillas…). También recomiendan realizar algún tipo de deporte más suave, como yoga o pilates, que no sea muy aeróbico.
- Escoge para tu día a día prendas ligeras y holgadas, de fibras naturales como algodón que faciliten la transpiración. No olvides tampoco escoger un calzado cómodo y fresquito, que no oprima ni dificulte la circulación.
- Si padeces de piernas hinchadas, se recomienda elevar las piernas y realizar masajes en sentido ascendente con geles o cremas (puedes dejarlas en la nevera para que estén más fresquitas).
- Respecto al uso del aire acondicionado, no está contraindicado, pero siempre hay que respetar la temperatura recomendada (25 grados) y no conviene una exposición directa a la corriente de aire acondicionado que sale a través del aparato, debido a que puede provocar cambios bruscos en la temperatura corporal.
A remojo con precaución
La piscina y la playa son lugares ideales para mitigar las altas temperaturas, siempre con sensatez. Es decir, hay que cuidar la piel con cremas de alto nivel de protección, usar sombrero/gorra para proteger la cabeza también.
En la piscina, tener sumo cuidado con los resbalones y las caídas, y ya que son espacios en los que existe cierto riesgo de contaminación tanto química como bacteriológica, hay ser especialmente escrupulosa con tu higiene personal antes y después de acceder a una piscina. Utiliza chanclas para caminar alrededor de la piscina y para la ducha. El baño sólo puede llegar a ser peligroso si se ha expulsado el tapón mucoso y eso suele ocurrir muy al final del periodo de gestación
A la hora de dormir
Mantén la temperatura adecuada de la habitación, evita cenas copiosas y escoge ropa lo más cómoda posible para dormir.
Si vas a viajar durante el embarazo
Procura evitar trayectos de larga duración sin hacer paradas, en las que puedas caminar y mover las piernas. Si no es posible, se recomiendan medias de compresión. Y, por supuesto, hay que hidratarse bien durante el trayecto.
Cuando se está embarazada hay que tener un poco más de cuidado, pero eso no significa quedarse en casa o dejar de las cosas que te gustan, se puede seguir disfrutando del verano al máximo con cabeza. ¡Feliz verano!