Aunque a priori ocuparse de las tareas del hogar no parece un plan muy apetecible para los niños, es importante concienciarles que la familia es un equipo, por lo que deben trabajar para integrarse en él y ayudarse mutuamente. Pero no solo eso, implicar a los más peques en las tareas domésticas tiene múltiples beneficios para ellos que te contamos en Vivienda Saludable.
Beneficios de involucrar a los niños en las tareas del hogar
- Fomenta su sentido de la responsabilidad: como son los encargados de algunas tareas importantes para el buen funcionamiento del hogar su sentido de la responsabilidad aumenta.
- Mejora su autoestima: al ver que les confían tareas que contribuyen al bienestar de todos los miembros de la familia, comprueban que aportan algo valioso, lo que fomenta la seguridad en sí mismo.
- Contribuye a que se vuelvan más independientes: este tipo de tareas hace que no piensen que se les da todo hecho. El tener que esforzarse les hace ser más autónomos y contribuye a su proceso de maduración.
- Mejora su sentido de organización y desarrolla un buen desempeño académico. Se ha demostrado que los niños que participan en las tareas del hogar desde una edad temprana tienden a ser más organizados que los que no lo hacen hasta una edad más avanzada.
- Crea hábitos positivos. Cuando los niños adquieren hábitos con tareas en el hogar tienen mejor rendimiento académico, ya que tienden a tener un mejor desarrollo de su pensamiento lógico.
- Aprenden a trabajar en equipo: los niños se sienten parte de un equipo y ven que su participación es única e importante. El sentimiento de pertenencia, así como el de colaboración, desarrolla su capacidad de seguir instrucciones y su habilidad de trabajar para el bien común.
Como una cosa es la teoría y otra bien distinta es la práctica, os proponemos una serie de consejos para implicar a los niños en las tareas, sin que resulte una pesada carga para ninguna de las dos partes:
- Mostrarles cómo se hace: parece una obviedad, pero antes de pedirle a los hijos que ayuden con una tarea, es importante explicarles cómo se hace. Esto evitará que el pequeño se frustre por no saber hacer lo que le pides.
- Asignar tareas correspondientes a su edad: es conveniente que las labores vayan desde la sencillez a una mayor complejidad. Desde hacer solos su propia cama, poner la mesa o recoger sus propios juguetes.
- No convertir hacer las tareas del hogar en un castigo, pues se transformará en algo negativo.
- Armarse de paciencia, es muy probable que no le salga bien -o como al adulto le gustaría- ni a la primera ni a la segunda, con una buena dosis de paciencia y cariño, las cosas se irán haciendo más fáciles.
- Utilizar el refuerzo positivo. Aprobar sus logros hará que el niño aprenda que sus esfuerzos son importantes. Para que entiendan bien lo que tienen que hacer utiliza siempre un lenguaje positivo y sencillo que les haga ver los beneficios. Por ejemplo, ordena tu habitación y estará más bonita.
- Cuidado con las recompensas: establecer pequeños premios como ver una película, ir a dar un paseo, o un rato de juegos está bien pero no tienen que ser cosas materiales, ni tampoco el único motivo por el que hagan estas labores.
- Convertirlo en algo divertido: Se pueden plantear tareas diferentes para que no sean repetitivas y desemboquen en ser aburridas.
Las tareas domésticas también son parte de la educación de los niños, ya que les ayuda a que sean más disciplinados y fomenta su autonomía e independencia. Confiamos en que siguiendo estos consejos sea mucho más sencillo.