¿Por qué es tan importante conseguir el máximo confort en nuestro hogar? Muy sencillo: porque repercute directamente en nuestra salud.
La luz, por ejemplo, es uno de los factores de riesgo, ya que afecta a nuestro cerebro, provocándonos cefaleas y problemas de concentración si la luz artificial que empleamos es inadecuada. Se hace básica, por tanto, la necesidad de aprovechar bien la luz solar durante el día. Por otra parte, una luz insuficiente nos puede crear fatigas y vértigos.
Es fundamental, además, aislar bien nuestra casa ajustando las puertas y ventanas, sustituirlas si no cierran bien y aislar con materiales como el corcho o lana mineral las paredes, para protegernos del frío y del ruido.
Y es que está demostrado: la infiltración del aire exterior en nuestra vivienda nos traerá contaminantes químicos como el monóxido de carbono y el dióxido de azufre. También entrará el polvo de los automóviles y otras fuentes urbanas.
Además… ¿sabías que el ruido produce molestias y afecta al psiquismo de las personas?. Resulta básico, por estos motivos, aislar bien nuestras casas.
Tener nuestra casa con la temperatura adecuada también hace que ganemos en salud. Lo ideal es tener una vivienda que se beneficie del sol durante el invierno y se proteja de él en verano. De esta forma ahorraremos energía porque podremos evitar poner la calefacción y el aire acondicionado.
La temperatura de una vivienda para alcanzar el confort debe estar en torno a 20ºC. El calor de la vivienda se suele perder principalmente por los cristales, los perfiles de carpintería de puertas y ventanas, las paredes y los techos. Si la casa está bien aislada, nuestro recibo de la calefacción podrá se rebajará en un 30%. Los dobles acristalamientos y las persianas térmicas ayudan a ello.
Como conclusión, podemos decir que a todos nos gusta estar bien en casa, estar cómodos y seguros. Está demostrado que la temperatura, el ruido, la luz y otros factores son importantes para conseguirlo. ¿Por qué no ponerlos de nuestra parte? Utilicemos materiales como el PVC y la madera: nos garantizan un buen aislamiento, tanto acústico como térmico, en nuestro hogar. En definitiva, hacen que nuestra vivienda, sea una vivienda saludable.