Cosas en las que fijarse en las etiquetas energéticas
- Consumo de energía: en lavadoras y lavavajillas se mide en Kw/ciclo de lavado. En hornos y lavavajillas se mide en Kw/hora. En frigoríficos y congeladores se mide en Kw/año.
- Consumo de agua: se mide en litros.
- Eficacia de lavado: la mejor es la A
- Eficacia de centrifugado: la mejor es la A.
- Eficacia de secado: la mejor es la A.
- Capacidad de lavado: se mide en kilogramos. En lavadoras, secadoras y lavavajillas hay que comparar su nivel de consumo de agua y energía en función de su capacidad de lavado. Los que tengan más capacidad consumiendo menos serán mejores.
- Volumen interior: se mide en litros. En hornos, frigoríficos y congeladores hay que comparar su nivel de consumo de a energía en función de su volumen interior (cuántas cosas podemos meter). Los que tengan más volumen consumiendo menos serán mejores.
- Ruido: mide en decibelios el nivel de ruido en funcionamiento de los electrodomésticos.
La triple A
La triple A en un electrodoméstico significa que tiene niveles de eficiencia A en tres de sus apartados (eficiencia en lavado, centrifugado, secado…). Se utiliza como reclamo publicitario por parte de los fabricantes.
Engaños a la hora de asignar etiquetas
Hay que tener cuidado a la hora de comprar electrodomésticos siguiendo las etiquetas. No existe un organismo independiente que se encargue de asignar las etiquetas a todos los productos. Son las propias marcas las que contratan los servicios de los laboratorios homologados para que analicen sus productos. Algunas asociaciones de consumidores se han quejado de que a veces las etiquetas no se corresponden con la eficiencia real de los electrodomésticos. Para evitar engaños debemos acudir a marcas de confianza o pedir ayuda a asociaciones de consumidores.
Imagen: Flickr (Jumanji Solar)