Con estos datos no es de extrañar que las familias quieran ahorrar energía, tanto para reducir la factura a fin de mes como para ser más sostenibles. Esto hace que surjan mitos sobre el ahorro energético en el hogar que no son del todo ciertas. Desde Vivienda Saludable te lo aclaramos.
Mitos sobre el ahorro energético en el hogar
Dejar la calefacción todo el día encendida gasta menos que encenderla y apagarla
Esto es un mito como muchos otros. La calefacción encendida buena parte del día, aunque sea a baja temperatura, consume mucho más. La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, afirma que aunque al encenderla tendremos un pico de gasto, a la larga el ahorro se nota y merece la pena. Además, aconsejan tener una temperatura en casa de unos 20º, puesto que cada grado de más, el gasto se incrementa entre un 5% y un 10%. Mientras que por la noche la podemos dejar a unos 15º. Una de las mejores opciones para que la vivienda esté caliente es instalar un termostato que encienda la calefacción a la hora que nosotros lo programemos.
Dejar los aparatos enchufados o en modo “Stand by” no consume energía
Tal afirmación tampoco es cierta puesto que los aparatos eléctricos consumen energía aunque no se estén utilizando, suponiendo el 7% del gasto eléctrico anual en una vivienda. Suele ser una práctica bastante habitual y es tan fácil como apagar todos los aparatos por la noche o bien el interruptor que sirve de fuente para varios enchufes, en un solo gesto.
Resulta más económico poner la lavadora o el lavavajillas por la noche
Muchas familias ponen a funcionar tales electrodomésticos por la noche pensándose que así reducirán su consumo energético. Esta afirmación sería correcta únicamente en los casos en los que se disponga de una tarifa horaria en la que se paga menos al utilizar aparatos eléctricos de 22.00 a las 9.00h. Pero una gran parte de los consumidores suelen tener tarifas estándar y, por tanto, pagarán lo mismo durante el día que por la noche, y fines de semana.
Para que toda la casa esté caliente tendremos la misma temperatura en todas las estancias
Tampoco es cierto. Lo normal es encender la calefacción en el lugar en el que estemos y apagar los radiadores en las habitaciones que no utilicemos. De lo contrario estaremos gastando energía de forma innecesaria.
La certificación energética no influye en el ahorro de energía
Es totalmente falso, la certificación energética, tanto de la vivienda como de los aparatos electrónicos influye directamente en nuestro consumo de energía. La etiqueta energética de los electrodomésticos es una herramienta informativa que permite saber su eficiencia energética. Ello se basa en una escala de clasificación de letras y colores, que va desde la A y el color verde, para los más eficientes; a la D y el color rojo, para los equipos menos eficientes. Un electrodoméstico de la clase G puede consumir tres veces más que uno de clase A, por lo que se aconseja comprar los que tienen etiqueta de clase A porque, aunque al principio serán más caros, el ahorro será mayor.
Es mejor utilizar programas de alta temperatura de la lavadora
No es cierto. Realmente los programas más eficientes son los de baja temperatura porque consumen menos al reducir la energía utilizada en el calentamiento del agua. Si la lavadora tiene programas de media carga entonces es factible utilizarlos también.
Lavar los platos a mano ahorra más energía que un lavavajillas
También es un error. Lavar a mano los platos hace que gastemos mucha agua, mientras que el lavavajillas es muy eficiente en cuanto a energía, y más ahora que muchos electrodomésticos aportan programas y configuraciones para su ahorro energético.
Ahora que conoces todos estos mitos sobre el ahorro energético en el hogar, es la hora de empezar a ahorrar energía de forma inteligente y evitar tomar decisiones erróneas que no sirven para nada.
