Ya sea de cara a adquirir una nueva vivienda o a reformar nuestra cocina, es importante pararse a pensar cuál es el modelo de ventana que podemos colocar. Desde Vivienda Saludable vamos a hacer un repaso general a la clasificación de ventanas más comunes que hay en la cocina:
Tipos de ventanas más comunes para nuestra cocina
- Ventanas correderas: aquellas que se deslizan de manera horizontal. Resultan muy funcionales para cocinas que no sean muy grandes, ya que no requieren espacio adicional al abrirse. Proporcionan una buena cantidad de luz natural y son fáciles de limpiar.
- Ventanas abatibles: gracias a su sistema de bisagras, se mueven hacia adentro o hacia afuera. Este diseño permite una apertura y cierre eficiente, además de facilitar la limpieza y el mantenimiento. Son muy populares por su capacidad de ventilación y aislamiento, a la vez que permiten el paso de luz natural.
- Ventanas de guillotina: se caracterizan por abrirse y cerrarse gracias al deslizamiento vertical de una de sus hojas. En algunos casos, ambas hojas son móviles, lo que permite obtener una igual entrada y salida de aire. Son ideales para cocinas pequeñas, ya que no ocupan espacio adicional al abrirse.
- Ventanas pivotantes: su apertura es hacia un lado, girando alrededor de un eje vertical u horizontal. Están diseñadas, sobre todo, para cocinas modernas y brindan una apertura más amplia que otros tipos de ventana. Garantizan un gran aislamiento y hermeticidad gracias al cierre de junta a presión.
Criterios para una correcta elección de ventana
- Tamaño y orientación: Debes asegurarte de que la ventana sea proporcional al tamaño de tu cocina y proporcione la cantidad de luz y ventilación deseada. Asimismo, si puedes elegir la orientación de la ventana has de tener en cuenta el clima en el que vivas. Si es frío, busca la orientación sur, y si es tirando cálido, mejor la norte.
- Material: Las ventanas pueden estar fabricadas en diferentes materiales, como madera, aluminio o PVC. Cada material tiene sus propias ventajas y desventajas en cuanto a estética, durabilidad y aislamiento térmico. Pero lo cierto es que la cocina es una estancia que necesita materiales que sean resistentes a los cambios de temperatura, como es el caso del PVC, que además requiere de un mantenimiento mínimo y tiene una vida útil de más de 50 años.
- Aislamiento acústico y térmico: hay que tener en cuenta el nivel de aislamiento acústico y térmico que ofrece la ventana, especialmente si vives en una zona ruidosa o con cambios extremos de temperatura. A mayor capacidad de aislamiento, mayor ahorro energético.
- Estilo: la posibilidad de acabados que existen en el mercado permiten que puedas darle a tu cocina un aire más moderno o, por el contrario, la dotes de un toque más rústico con acabados metalizados o en madera. Las ventanas de PVC permiten incluso escoger un color o textura para el exterior y otro para el interior de la ventana.
En líneas generales, hay dos aspectos que tienen un peso fundamental a la hora de elegir las ventanas de la cocina: la cantidad de iluminación natural que podemos conseguir y la ventilación y el aislamiento que nos permita. Cuanto más luz natural nos garantice el modelo de ventana que hayamos elegido, mucho mejor. Ya que, aparte de influir en nuestro estado de ánimo, supondrá una menor utilización de luz artificial y el consiguiente ahorro. En cuanto a la ventilación, no olvidemos que la cocina es una de las habitaciones que más olores genera, por lo que es imprescindible que se pueda ventilar de una manera sencilla y eficiente.