Para ello os damos algunas sencillas pautas a seguir:
- El disfraz: Nada de gastarte un dineral en comprártelo nuevo. Puedes reutilizar los de años anteriores o mezclar unos elementos de unos con otros para lograr algo original y único. También, echándole un poco de imaginación, puedes utilizar cosas viejas que tengas por casa como ropa y complementos que ya no te pongas y estén pasados de moda, viejas cortinas, sábanas, trapos… También puedes intercambiar estos elementos con tus amigos y ponerte una cosa de aquí y otra de allá. ¡Cuanto más feo sea, más miedo dará!
Las nuevas tecnologías también te facilitan la vida en este sentido ya existen webs de trueque ecológico como Freecycle o Biotrueke que multiplican las posibilidades de intercambio.
Y si eres un artista y quieres hacer algo un poco más elaborado, a la hora de elegir los materiales, intenta que éstos sean lo más ecológicos posible, cuanto menos sintéticos mejor. Y lo mismo con el maquillaje, huye de los químicos y utiliza pinturas lo más naturales posible, pero ahí sí que te recomendamos que no escatimes ya que tu piel es lo más importante.
- La decoración: Como con el disfraz, te sugerimos que recuperes elementos decorativos de años anteriores u objetos que tengas por casa o que puedas recoger de la calle: puedes colocar alguna escoba vieja, trapos deshilachados y con apariencia sucia y anticuada, alguna rama y hojas secas de las que abundan en los parques ahora en otoño… Reutiliza papeles y cartones ya usados para pintar motivos terroríficos con los que decorar la sala y manda en este soporte también las invitaciones. O, mejor aún, si lo haces por Internet podrás prescindir totalmente del papel.
- La iluminación: Ya sabes que en una fiesta ‘de miedo’ cuanta menos luz, mejor. Y esto además es una buena noticia para el medio ambiente. Las pocas bombillas que utilices que sean de bajo consumo y, si empleas velas (que pegan bastante en una fiesta de este tipo), hazlo con mucho cuidado y elígelas de cera natural para que no desprendan sustancias tóxicas.
- La calabaza: Es la gran protagonista de Halloween y no puede faltar en tu fiesta. Te aconsejamos que prescindas de las de plástico y compres una natural en el mercado. Luego podrás usar su carne para hacer ricos platos como una apetitosa crema de calabaza.
- La comida: Otra de las cosas más importantes en toda fiesta que se precie (sea o no de Halloween) es la comida y bebida que se van a servir. Decántate por alimentos de temporada y, si es posible, de producción local y ecológica. Huye lo más posible de las chucherías y los productos precocinados e industriales. Y en vez de agua embotellada, opta por agua del grifo, con la que puedes hacer una rica limonada. El medio ambiente y tu bolsillo te lo agradecerán.
- Y cuando acabe la fiesta… ¡a reciclar!
Cuando la gente se marcha, llega el momento que más pereza nos da… toca recoger. No te olvides de separar los residuos según su material y depositar cada uno en el contenedor correspondiente. Y prescinde, en la medida de lo posible, de los artículos de usar y tirar ya que, aunque sabemos que son muy cómodos, llenan los vertederos de basura, así como de los alimentos con excesivos y antiecológicos embalajes.
Y ahora sí que sí, con estas ideas ‘verdes’ en la cabeza, puedes empezar ya con los preparativos para la noche más tenebrosa, divertida y, porqué no, ecológica del año.