La idea del muro trombe basa en algo tan sencillo como el efecto invernadero: sabemos que si los rayos solares entran a través de un vidrio en un espacio cerrado, el aire interior se calienta y la temperatura sube.
Pues bien, para tener un muro trombe sólo necesitamos los siguientes elementos:
- una hoja de vidrio o plástico consistente y transparente que colocaremos al exterior
- un muro opaco
- unas rejillas o huecos practicables
Como también sabemos que las superficies de colores oscuros se calientan más rápidamente que las de colores claros y almacenan ese calor, es conveniente pintar de negro el muro de fachada.
La idea consiste en crear una especie de invernadero muy estrechito pegado al muro sur u oeste de nuestra vivienda.
Tendremos que colocar en las partes superior e inferior tanto del cristal como del muro unas aberturas que podamos abrir y cerrar fácilmente, pero que sean lo más estancas posible.
Aunque parece algo complejo y elaborado, el muro trombe es de lo más antiguo y rústico que te puedes encontrar.
Sólo hay que encontrar la forma de diseñarlo de manera eficiente y con gusto, ¡para que encaje con la estética de nuestra vivienda a la perfección!
¿Cómo funciona en invierno?
Hemos hablado a veces de cómo las ventanas son la mejor forma de calentar nuestra casa “gratuitamente” con el sol que entra a través de los cristales. El muro trombe es un intento de conseguir ese mismo efecto a través de las paredes opacas.
Los rayos del sol incidirán sobre el vidrio y calentarán éste, el aire de dentro de la cámara y el muro de nuestra vivienda, que está al fondo. Así conseguimos dos cosas:
La pared de nuestra fachada se está calentando, y si esto sigue así durante unas cuantas horas, el calor puede llegar a atravesar todo el espesor de la pared y empezar a emitir calorcito hacia dentro de la vivienda.
Por otro lado, por las rejillas que conectan la cámara y el interior (que estarán abiertas), ese aire caliente de la cámara puede entrar en casa, como si fuera el que proviene de un aparato de aire, pero sin tener que estar enchufado.
Es importante, obviamente, que las aberturas del vidrio hacia el exterior estén cerradas.
Por último, hay otro factor que también hay que considerar. Mientras el sol incide en el muro, éste se calienta. Sin embargo, cuando el sol se esconde, el muro empieza a soltar calor (porque ahora está más caliente que el ambiente y las masas tienden a igualar su temperatura con aire que las rodea). Por este efecto, el muro puede seguir calentando el interior de la casa incluso cuando se hace de noche. Esto, sin embargo, sólo ocurre cuando el muro tiene mucha masa térmica. Podría potenciarse esto tapando de noche el vidrio por fuera con algún material aislante.
¿Cómo funciona en verano?
En verano, sin embargo, queremos mantener fresco el interior, por lo que el sistema de acumulación de calor puede parecer contraproducente. No te preocupes, está todo pensado: para eso tenemos las otras rejillas.
Si abrimos las aberturas de la parte superior e inferior del cristal, se creará una corriente de aire en el interior de la cámara que sacará el aire caliente y lo cambiará por fresco constantemente. Para que funcione, las aberturas que conectan el “hueco invernadero” con el interior de la casa deben estar cerradas.
Además, podemos contribuir a reducir el calor usando otras estrategias, como cubrir el vidrio con una persiana, veneciana o toldo para que no le dé el sol.
Entonces nuestro muro trombe funciona como lo que se llama una fachada ventilada, que es una estrategia pasiva de construcción típica de las zonas muy calurosas. Consiste exactamente en que el muro exterior tenga dos capas y una corriente de aire circule por la cámara entre ellas para que la capa interior siempre se mantenga a una temperatura lo más constante posible, como si no le diera la radiación de día.
¿Qué te parece la idea? ¿Has visto lo tecnológicos e innovadores que quedan los edificios con muro trombe?
Fuentes imágenes: Arqhys| arqzine| CTE Arquitectura| azendra| casaverdepucon.com|