Lo primero de todo es decidir si queremos y podemos viajar con nuestro animal o no. En el caso de que no podamos llevárnoslo de vacaciones, tenemos básicamente dos alternativas: dejarlo al cuidado de algún familiar o amigo o dejarlo en una guardería o residencia para mascotas.
En el primer caso debemos tener mucha confianza con la persona a la que se lo dejemos y que ésta conozca muy bien al animal. Y, cómo no, estar seguros de que va a cuidarlo bien y de que él se va a sentir a gusto en esa casa y con esa familia. Por supuesto, hay que tener en cuenta si tienen mascota y cómo se llevan ambos animales. También es muy importante para que el animal no sienta tanto desarraigo, que siempre tenga con él su comedero, cama o algún elemento que le resulte familiar.
En caso de que ninguna persona de confianza pueda hacerse cargo de él, tendremos que recurrir a una guardería o residencia para mascotas. Las hay de muchos tipos y para todos los presupuestos: desde las “tradicionales” en las que cuidan a los animales, pero los tienen encerrados en jaulas durante casi todo el día, hasta nuevos conceptos que permiten que tu mascota se sienta como en casa. Entre ellos destacan los hogares de acogida (familias que se encargan de cuidar y mimar a tu mascota mientras tú estás fuera) o los campamentos para mascotas, en los que el animal disfruta al aire libre de todas las comodidades posibles y de una gran libertad. Y como éstas, otras tantas modalidades de residencia “animal” similares. En algunas además les dan formación y adiestramiento. El inconveniente de este tipo de guarderías “de lujo” es, obviamente, su elevado precio (entre unos 15 y 20 euros por noche). También se puede contratar el transporte hasta estos lugares (unos 10-15 euros por cada 20 km.).
Aunque, sin duda, nuestro mejor amigo no estará con nadie mejor que con nosotros, así que lo ideal es que, si podemos, viajemos con él. Cada vez hay más hoteles, apartamentos, casas rurales, etc. que los admiten, muchos sin cargo adicional y otros con un pequeño sobrecoste.
En definitiva, tenemos muchas opciones para poder disfrutar de nuestras vacaciones y que ellos también las disfruten. Lo más importante de todo es que bajo ningún concepto los dejemos en un sitio del que no tengamos garantías o, lo que es peor, los abandonemos a su suerte. Algo que ellos nunca harían…
Trabajo todo el día, ¿quién cuida de mi mascota?
Y si tu problema no son las vacaciones, sino por el contrario que trabajas todo el día y hay muchos momentos en los que no puedes encargarte de él, muchas de estas mismas empresas prestan otros servicios como:
- Llevarlos al veterinario y acompañarlos durante la consulta.
- Sacarlos a pasear a diario.
- Hacerles compañía en nuestra propia casa, etc.
Estos servicios suelen costar entre 10 y 15 euros la hora.