Todo el mundo ha oído las bondades a nivel de salud y de ahorro en las facturas de las viviendas PassivHaus, pero al intentar traducir el término al español se ha propiciado la confusión de los compradores entre estas construcciones beneficiosas y viviendas normales que se intentan aprovechan de fallo lingüístico. ¡Te explicamos todo para que no te confundan!
Una casa pasiva es la que utiliza estrategias pasivas de diseño y construcción para mejorar su funcionamiento, de manera que se consigue más confort interior con menos demanda energética. Por ejemplo: poner ventanas en la fachada sur calienta la casa en invierno con menos necesidad de calefacción.
Hasta ahí todo bien; el problema es que no está especificado en ningún sitio cuántas o qué estrategias pasivas tiene que tener un proyecto para que se pueda considerar pasivo. De esta manera nadie está mintiendo al decir que una casa es pasiva, aunque tenga el mismo consumo energético o las mismas deficiencias en la edificación que una vivienda cualquiera.
PassivHaus es un concepto totalmente distinto: en lugar de una expresión generalista, es la palabra que se utiliza para referirse a un estándar de construcción fijado por un físico alemán en los años 80. Este experto definió una serie de criterios de demanda energética (asociada a unas condiciones de confort) que las viviendas tienen que cumplir para poder hacerse llamar PassivHaus. Además, el Instituto PassivHaus, creado por él, revisa y certifica los proyectos en fase de diseño y cuando ya están terminados. De esta manera, con el sello oficial tenemos una garantía de que la vivienda que se nos está entregando cumple con los requisitos del estándar.
Esto es algo poco habitual en el sector de la construcción en nuestro país, donde ni siquiera se comprueba que los edificios acabados cumplan con el Código Técnico de la Edificación. Es un lujo contar con un certificado que acredita que nuestra vivienda no demandará más de lo estipulado, pudiendo así saber que no nos engañan ni el arquitecto ni el constructor.
Entonces, podemos decir que todas las casas PassivHaus son casas pasivas, pero que no todas las casas pasivas tienen por qué ser PassivHaus (y, de hecho, no suelen serlo). Una casa pasiva puede ser igual o más eficiente que una PassivHaus si está bien diseñada, pero van a tener que poder demostrártelo con cálculos u otras pruebas del proyecto y de la construcción.
El esfuerzo necesario para hacer una PassivHaus dista mucho de lo que suele suceder en la construcción de una vivienda cualquiera en España. Si buscas un estándar de calidad como éste, pide la certificación o contrata a un profesional especializado. También sigue las publicaciones de Vivienda Saludable, donde iremos profundizando en la detección de viviendas que dicen ser pasivas, y no te darán nada distinto a tu casa actual.