Sí, como las abuelas. Y es que ellas eran muy listas y avispadas y en épocas de escasez y necesidad sabían cómo ahorrar y utilizar productos saludables y baratos. Así que, a pesar de estar en pleno siglo XXI, nosotros vamos a seguir sus sabios consejos y a hacerlo con nuestras propias manitas. En este caso vamos a probar con el jabón casero. Manos a la obra.
Existen diferentes técnicas para fabricar jabón natural ya que como reza el dicho popular “cada maestrillo tiene su librillo”. Además hay jabones de diferente tipo, dependiendo de los ingredientes que utilices para su elaboración. Pero para empezar vamos a centrarnos en el más sencillo y común, con el que además reutilizaremos nuestro viejo aceite. Y es que aquí no tiramos nada, todo (o casi todo) se reutiliza y puede tener una nueva vida.
Pasos para fabricar un jabón casero
Lo primero de todo es tomar ciertas precauciones:
– Busca un lugar bien ventilado o incluso al aire libre para trabajar.
– Te recomendamos que uses gafas protectoras, pero sobre todo guantes, ya que la soda caústica es muy corrosiva.
– No utilices recipientes de metal, sólo de acero inoxidable. Remueve la mezcla con ayuda de un palo de madera o de plástico.
– Utiliza delantal para no mancharte.
– Ten preparado un termómetro pues cuando mezcles el aceite con el agua y la sosa cáustica han de estar a la misma temperatura.
Los ingredientes:
– 1 kilo de aceite usado y colado.
– 800 gramos de agua destilada.
– 150 gramos de sosa cáustica.
¿Cómo prepararlo?
- Se diluye la soda cáustica en el agua (nunca al revés). La vas agregando lentamente y con mucho cuidado. En breve se producirá una reacción química que liberará calor hasta llegar hasta los 80ºC. Una vez que esto ocurra espera a que se vaya enfriando. El preparado resultante se llama lejía cáustica.
- Vierte lentamente esta lejía en aceite que esté a la misma temperatura (se puede calentar el aceite si es necesario). Remueve la mezcla de forma constante y en el mismo sentido para evitar que se corte el jabón (si se desea, se puede usar la batidora, pero con mucho cuidado de que no salpique).
- Cuando la mezcla tenga una textura similar a la mahonesa podemos aromatizarla y/o colorearla. Para ello podemos incorporar algún colorante natural y aceites esenciales (para hacer esto la mezcla tiene que estar a un máximo de 40ºC).
- Finalmente se vuelca la mezcla en los moldes (éstos deben ser de silicona, plástico o madera). Se tapan con un film de cocina y se cubren con un paño para mantener el calor.
- Dejamos reposar la mezcla durante un par de días y desmoldamos. Una vez desmoldado, dejamos que las pastillas de jabón se endurezcan durante unos 30-40 días para que el proceso de saponificación se consume con éxito. Después de este tiempo ya lo podemos utilizar con normalidad.
Siguiendo estos sencillos pasos conseguiremos un jabón suave, limpio, ecológico, barato y muy fácil de hacer: ¡Nuestro propio jabón anti-crisis! Y ahora, ¿te animas a hacerlo tú mismo?
Imagen Flickr: jean-louis Zimmermann
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COMENTARIOS
Uy esto es muy interesante pero yo lo veo un poco peligroso, yo prefiero comprarlo directamente hecho.
Hola, para empezar quisiera probar con menor cantidad. Es lo mismo si divido esas cantidades a la mitad? Parece obvio, pero lei en una pagina que con los jabones no es asi de sencillo…
Gracias!