Llega la Navidad y todos tenemos las comilonas y los atracones. Sin embargo, podemos preparar platos saludables y ricos durante estas fiestas sin perder el espíritu navideño. Te contamos cuáles son.
Una vez decorada y ambientada tu casa con todos los elementos necesarios para disfrutar a tope de la Navidad con tu gente, llega una de las partes más deseadas a la par que temidas…Las comidas. ¿Qué preparo de menú? ¿Puedo hacer algo navideño, rico y sabroso, pero con un toque original y saludable? No te preocupes, te damos las recetas de navidad más sabrosas y saludables para que este año triunfes sin ganar ni un kilo de más.
Lo primero es concentrarte en el trabajo por hacer y lograr divertirte haciéndolo. Nuestro consejo es que te dejes invadir por el espíritu navideño: ponte villancicos para inspirarte y comparte la tarea con alguien. Y ahora, manos a la obra:
Como primer plato, te proponemos varias alternativas: si quieres ser más tradicional puedes optar por una ensaladita con la clásica lombarda navideña o un plato de ibéricos light. Es decir, puedes poner queso, pero mejor semi o tierno que curado. ¿Y si sustituyes el chorizo y el lomo por filetes de pavo o salchichón light? Echa un ojo en tu supermercado y verás la amplia gama que hay de este tipo de productos. También puedes elaborar un plato caliente para entrar en calor: mejor una sopita sabrosa y ligera que una pesada crema.
Y si eres de los que les encanta sorprender cada año, no hay duda, para ti lo mejor son los canapés: de gulas, de salmón con queso fresco, de champiñón con jamón, de atún… Los puedes acompañar con otros platos ligeros como gambas al ajillo, tomates o pimientos rellenos, pastelitos de verduras…
Llegamos al segundo plato: el asado es el rey absoluto en las celebraciones navideñas: cabrito, cordero, cochinillo… Pero si quieres un menú realmente saludable, te recomendamos que evites justo los que hemos mencionado ya que tienen mucha grasa y optes por el pavo o el pollo.Y para que te salga más barato, te recomendamos que no lo compres justo en el día, sino que lo compres antes y lo congeles. Si tienes un congelador eficiente, la carne conservará su sabor intacto, pero tu bolsillo lo notará. Un truco para su elaboración: si le echas agua por encima o la pones en el recipiente que vas a meter en el horno, no se te resecará y estará más sabroso. Y recuerda que si reduces el tamaño de las raciones evitarás el indeseado empacho navideño.
Y si prefieres pescado, puedes optar por pescados blancos que son bajos en grasas y están buenísimos, como la merluza, el rape o el rodaballo.
Y para acabar, el plato estrella, el colofón final, el momento que la mayoría de los invitados esperan ansiosos y también el que más miedo nos da a los que noo queremos engordar: elpostre. ¿Por qué no pruebas con un turroncito casero, unas galletitas sin sal o unos bombones light? Estos dulces son más sanos que los que solemos comprar y también están exquisitos.
Esto es sólo un ejemplo de menú navideño saludable, en realidad hay muchas otras combinaciones que pueden resultar igual de sanas y apetitosas. Sólo tienes que echarle un poco de tiempo e imaginación y dejarás a tus comensales boquiabiertos a la vez que cuidas de sus cuerpos serranos. Y por si no estás inspirado, te dejamos algunas otras combinaciones interesantes aquí. ¡Bon appetit!