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Consejos para tapizar tus sillas o sofás

tapizar sillas

Cambiar los textiles de nuestra casa, ya sea la tapicería, las cortinas y estores o la ropa de cama, es una fantástica manera de actualizar la decoración de un espacio sin invertir mucho presupuesto.

Sin embargo, la tarea de cambiar la tapicería a veces se nos antoja compleja y tediosa si no tenemos práctica previa. Desde Vivienda Saludable queremos animarnos a que os lancéis y podáis aprender, y también disfrutar, de una labor muy creativa y vistosa.

Preparativos para tapizar sillas o sofás

 

Tapizar un sofá

Las telas más adecuadas para tapizar un sofá suelen ser algodón, lana, lino o telas sintéticas imitación de terciopelo, puesto que son resistentes al uso continuado, y se pueden lavar con facilidad.

Lo primero es retirar el tapizado anterior. Para ello, quitamos las grapas que lo sujetan y lo vamos sacando del armazón con cuidado. Es importante fijarse en cómo estaba todo colocado, incluso hacer una foto para tener una referencia siempre a mano.

Con la tela elegida, cubrimos el sofá. Si los cojines van sueltos (suele ser lo habitual) los tapizamos por separado.

Cubrimos el resto del sofá con cuidado, para que toda la tela quede bien lisa y estirada, y cortamos la tela necesaria, teniendo en cuenta que hay que dejar tela de sobra para poder graparla (siempre con una grapadora especifica para este uso).

Tapizar una silla

Limpia bien toda la silla. Retira toda la tela y espuma vieja y quita una a una todas las grapas del tapizado anterior. Si la madera está algo deteriorada, es un buen momento para tratarla, lijándola o pintándola.

Coloca sobre el bastidor de la silla las cinchas de forma contrapeada. Con ellas crearás la estructura que sujetará el peso de la persona que se siente en la silla. Estíralas bien, aproximadamente a un 10% de su longitud.

Coloca varias capas de espuma, que se puede adquirir en tiendas especializadas de muebles. Siempre es mejor comprar un trozo algo más grande de lo necesario.

El orden a la hora de grapar es fundamental. Comienza siempre colocando una grapa en la parte central de cada uno de los lados del bastidor. A continuación, coloca una grapa a cada lado de la primera y repite el proceso en todos los lados. Continúa grapando desde el interior hacia el exterior. De esta forma, conseguirás que la tela quede tensa y sin arrugas.

Confiamos en que siguiendo estas recomendaciones, puedas cambiar la tapicería en tu casa con comodidad y con un resultado muy sorprendente.

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