tapizar sillas

Una de las formas de darle un nuevo aire a nuestro hogar es cambiar la tapicería, de las sillas o los sofás por ejemplo. Y bien podemos recurrir a profesionales que realicen esa tarea, o bien, podemos hacerlo nosotros mismos siguiendo algunos sencillos consejos.

Cambiar los textiles de nuestra casa, ya sea la tapicería, las cortinas y estores o la ropa de cama, es una fantástica manera de actualizar la decoración de un espacio sin invertir mucho presupuesto.

Sin embargo, la tarea de cambiar la tapicería a veces se nos antoja compleja y tediosa si no tenemos práctica previa. Desde Vivienda Saludable queremos animarnos a que os lancéis y podáis aprender, y también disfrutar, de una labor muy creativa y vistosa.

Preparativos para tapizar sillas o sofás

  • Invierte en calidad: si queremos que el resultado sea duradero y resistente en el tiempo debemos optar por telas de calidad, aunque la inversión a realizar sea algo superior. Los tejidos naturales: lino, algodón, piqué… son duraderos y aislantes y presentan un buen mantenimiento. Por otra parte, los tejidos sintéticos, como el poliéster o el nailon, son muy prácticos ya que se limpian fácilmente, soportan bien los rayos solares y no se deforman.
  • Atención a las medidas: es muy importante hacer una medida correcta del mueble a tapizar y prever que necesitaremos más tela para no quedarnos cortos. Por ejemplo, si se trata de un sofá de 2 plazas estándar deberíamos comprar 14 metros de tela; para uno de tres plazas, 16 metros.
  • Cuida el estilo: las telas que ponemos en el salón, por ejemplo, deben ser un reflejo más del estilo dominante en el espacio. Por eso, cuando las elijamos, es importante que armonicen con el resto de la decoración, ya sea más clásico o moderna. También podemos apostar por los coordinados y crear contrastes que sorprendan.
  • Acierta con los colores: recomendamos elegir unos tonos que estén en sintonía con el resto de la paleta de tonalidades que domina los espacios: muebles, paredes y el resto de superficies.
  • Ten paciencia: puede que no te salga a la primera, o que te encuentres con dificultades inesperadas, pero con paciencia y un poco de ayuda de tutoriales de internet, vas a lograr acabar la tarea y te sentirás muy orgulloso u orgullosa.

 

Tapizar un sofá

Las telas más adecuadas para tapizar un sofá suelen ser algodón, lana, lino o telas sintéticas imitación de terciopelo, puesto que son resistentes al uso continuado, y se pueden lavar con facilidad.

Lo primero es retirar el tapizado anterior. Para ello, quitamos las grapas que lo sujetan y lo vamos sacando del armazón con cuidado. Es importante fijarse en cómo estaba todo colocado, incluso hacer una foto para tener una referencia siempre a mano.

Con la tela elegida, cubrimos el sofá. Si los cojines van sueltos (suele ser lo habitual) los tapizamos por separado.

Cubrimos el resto del sofá con cuidado, para que toda la tela quede bien lisa y estirada, y cortamos la tela necesaria, teniendo en cuenta que hay que dejar tela de sobra para poder graparla (siempre con una grapadora especifica para este uso).

Tapizar una silla

Limpia bien toda la silla. Retira toda la tela y espuma vieja y quita una a una todas las grapas del tapizado anterior. Si la madera está algo deteriorada, es un buen momento para tratarla, lijándola o pintándola.

Coloca sobre el bastidor de la silla las cinchas de forma contrapeada. Con ellas crearás la estructura que sujetará el peso de la persona que se siente en la silla. Estíralas bien, aproximadamente a un 10% de su longitud.

Coloca varias capas de espuma, que se puede adquirir en tiendas especializadas de muebles. Siempre es mejor comprar un trozo algo más grande de lo necesario.

El orden a la hora de grapar es fundamental. Comienza siempre colocando una grapa en la parte central de cada uno de los lados del bastidor. A continuación, coloca una grapa a cada lado de la primera y repite el proceso en todos los lados. Continúa grapando desde el interior hacia el exterior. De esta forma, conseguirás que la tela quede tensa y sin arrugas.

Confiamos en que siguiendo estas recomendaciones, puedas cambiar la tapicería en tu casa con comodidad y con un resultado muy sorprendente.

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