Cuando tras el período de fiestas hacemos balance de la cantidad de comida y bebida que hemos ingerido, nos llevamos las manos a la cabeza arrepintiéndonos de los excesos cometidos pensando sólo en los perjuicios directos de tales actos, pero sin tener en cuenta que a los grandes atracones navideños de alcohol y alimentos se le añade el problema de la ausencia de ayunos entre comidas, la disminución de la cantidad de actividad física y la disminución de la ingestión de agua, sustituyéndolos por otros líquidos. Es en esta última frase donde encontramos las principales claves para la eliminación de dichos tóxicos, de manera que volviendo a activar de manera concienzuda los mecanismos propios de nuestro cuerpo para la eliminación de residuos obtendremos una considerable mejora de salud.
Actuaciones para la eliminación de tóxicos
Una de las mejores iniciativas que podemos tomar para la desintoxicarnos de las fiestas es esa tan típica de comenzar a hacer deporte o retomar el que se abandonó no hace más de un mes. Está proposición además de ser usada para tratar de cumplir unos objetivos más relacionados con la recuperar una buena línea que con mejorar la salud sí que tiene muchos fundamentos para ser una gran elección a la hora de eliminar residuos
La actividad física ayuda al nuestro organismo a eliminar toxinas, así como a estimular la circulación sanguínea. Durante el ejercicio nuestras vías respiratorias se expanden favoreciendo la mayor entrada de oxígeno cubriendo las demandas de nuestro organismo en ese momento, además ese oxígeno es transportado a un mayor número de células de nuestro cuerpo, ya que la dilatación de los vasos sanguíneos favorece dicho transporte. De esta manera el oxigeno llega a todas las células para que realice el metabolismo y excreción de residuos en forma efectiva.
Además, la sudoración es otra de las claves por las que el ejercicio resulta beneficioso para desintoxicar el cuerpo, ya que cada vez que hacemos ejercicio se activan las glándulas sudoríparas. Este mecanismo que sirve de regulación de la temperatura corporal producir emanaciones que arrastran también muchas de las toxinas del organismo.
Se recomienda realizar ejercicios de intensidad moderada con una duración entre 15 y 30 minutos y una frecuencia de al menos 3 veces por semana. Antes de realizar los ejercicios se debe hacer un calentamiento previo acorde con el tipo de actividad que se vaya a realizar para disminuir el riego de sufrir lesiones.
Otro de los consejos que se pueden ofrecer a la hora de depurar toxinas consiste en la asistencia a un centro profesional de masajes. Disfrutar de un masaje específico para lograr los objetivos mencionados produce muchos beneficios en el organismo, ya que estimula una circulación y ayuda a eliminar la acumulación de toxinas, además de liberar gran cantidad de sustancias al torrente sanguíneo, produciendo sensación de relax y bienestar y estimulando ciertos canales celulares de eliminación de residuos.
Como siempre en este tipo de circunstancias hay que recordar que el mejor remedio para un perjuicio es aquel que no es necesario aplicar.