El caqui (también llamado pérsimo o coloquialmente “pasantos”, debido que a su temporada empieza sobre el 1 de noviembre) es una fruta tropical muy propia de esta época del año. Tiene un aspecto similar al del tomate, aunque es de color naranja, y su sabor se parece al del albaricoque, pero con unas notas de miel. Además es rico en vitamina A. ¿Te apetece probarlo? Hoy te contamos más sobre él y te damos algunas ideas de cómo tomarlo para que te chupes los dedos comiendo sano.
El caqui tiene un origen muy exótico, procede de China y Japón, donde se cultiva desde el siglo VIII. A Europa llegó hace más de 200 años y hoy en día sus principales productores son, además de China y Japón, Estados Unidos, Brasil, India, Israel, Italia y España.
Aunque nuestro país es uno de los principales productores y tenemos incluso la denominación de origen (Kaki Ribera del Xúquer –Valencia-), no somos unos grandes consumidores de caqui, de hecho más de 65% se exporta. Por eso hoy hemos querido dártelo a conocer un poco más y animarte a que lo pruebes (si no lo has hecho ya). Si te gusta la fruta y eres goloso, es muy posible que te guste.
Además de estar rico (aunque esto, obviamente, es algo subjetivo), el caqui tiene muchas propiedades positivas (ahora sí hablando en términos objetivos): Aporta cantidades importantes de glucosa, fructosa, pectina, vitamina A y C, potasio, hierro, magnesio y calcio. Esto traducido a beneficios para nuestro organismo sería: mejora la visión, el crecimiento y desarrollo de los huesos, es antioxidante y favorece el tránsito intestinal. Como veis, unas propiedades muy positivas que le vienen muy bien a toda la familia y, en especial, a los más peques y a las personas mayores.
A tener en cuenta a la hora de comprarlos…
Si te decides a comprarlos, elige aquéllos que veas maduros a simple vista y se hundan un poco al presionarlos. En realidad estarán en su punto ideal y tendrán un delicioso dulzor (si no te va el dulce, mejor ni lo intentes). Eso sí, consúmelos pronto porque se pasan enseguida. Si por el contrario cuando los compras están aún un poco verdes, los puedes dejar a temperatura ambiente para que terminen de madurar o meterlos en una bolsa de papel. También puedes congelarlos, enteros o sólo su pulpa. Si haces lo segundo, échale unas gotitas de limón y evitarás que cambie de color.
Cómo prepararlos…
El caqui es una fruta muy versátil y existen muchas maneras de prepararlos, ya sean solos o acompañados. La forma típica de comerlos es abrirlos por la mitad y comer su pulpa con una cucharilla (como los kiwis). Pero también se pueden comer en ensalada o macedonia e, incluso, elaborar con ellos deliciosas mermeladas, batidos, cremas, bizcochos o helados. Cortados en láminas “tipo carpaccio” y combinados con queso fresco resultan deliciosos.
Aquí os dejamos un enlace por si os animáis y queréis conocer algunas recetas para hacer con caquis.
Y ya sabes, si estás cansado de comer siempre la misma fruta y quieres salir un poco de la rutina, el caqui probablemente no te defraudará.