Vivienda Saludable

El confort en la Vivienda Saludable

La vivienda saludable alcanza las condiciones de comodidad y confort necesarias para un alto nivel de calidad de vida. Vamos a analizar los distintos aspectos que intervienen en el carácter de nuestro espacio:

Los sistemas de la vivienda saludable que regula estas características del espacio se basa en la transmitancia de muros y huecos, es decir, cómo pasa el calor a través ellos. Esto se optimiza con una buena elección de los materiales, del tamaño de los huecos, de las carpinterías utilizadas…

En la vivienda saludable, se combinan estos tres aspectos para realizar la ventilación con un aprovechamiento máximo. Se trata de lograr crear corrientes de aire a través de la ventilación cruzada. También se tiene en cuenta la influencia en el movimiento del aire del periodo del año, la orientación del proyecto, y la distribución interna de la vivienda.

La vivienda saludable aprovecha la iluminación natural: todo espacio debe contar con una luz homogénea y difusa, sin excesos de sombras ni de contrastes. Los factores que se tienen en cuenta son: la orientación, el factor día (vinculado con la dimensión y ubicación de los vanos), cantidad de luz (por medio del control de las reflexiones), la calidad de luz, y las distintas necesidades según las actividades que se desarrollan en cada espacio.

La vivienda saludable aporta una buena insonorización frente al ruido. Lo más importante para combatir los sonidos exteriores es el estudio de los cerramientos de los vanos. Las características de las ventanas, su posición y su diseño logran alcanzar un aislamiento acústico de confort. Por otro lado, la accesibilidad se consigue a través de una correcta distribución de sus espacios y la eliminación de obstáculos de forma que las personas con alguna discapacidad no tengan ninguna dificultad para disfrutar y utilizar el espacio.

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