Tener nuestro hogar asegurado es una buen inversión de futuro, pero antes tenemos que informarnos bien de qué tipo de seguro se adapta a nuestra vivienda y los precios existentes en el mercado para hacer la mejor inversión.
Hay varios factores que condicionan el precio de un seguro de hogar. Es posible ajustar algunos de ellos para alcanzar una póliza a nuestra medida:
- Tamaño de la vivienda: a mayor tamaño de la vivienda mayor es el coste del seguro. La aseguradora nos pedirá los metros cuadrados construidos.
- Fecha de construcción: a mayor antigüedad de la vivienda mayor es el coste del seguro. Esto es así porque las una viviendas antiguas suelen tener más problemas de infraestructura.
- Continente: es el valor asociado a la estructura del inmueble, es decir, lo que viene de serie con la vivienda. Su valor debería corresponderse con el coste de reconstrucción de la vivienda. Existen dos modalidades de contratación del continente:
– A valor total: Se asegura la totalidad del valor del edificio. Es la forma más habitual en los seguros de hogar.
– A primer riesgo: Se asegura hasta un valor determinado. Esta modalidad es interesante cuando ya existe otro seguro sobre la vivienda, por ejemplo, un seguro de comunidad. Si hay garantías que no estén cubiertas por el seguro de la comunidad, se hace a primer riesgo, por un capital inferior.
- Contenido: en este concepto se incluyen todos los accesorios situados dentro de la vivienda, es decir, muebles, electrodomésticos, objetos de valor, etc. Podemos fijar este valor a nuestro antojo, si bien este valor determinará el coste máximo que asumirá la aseguradora y el coste de la póliza.
- Parámetros adicionales: además de los mencionados, las aseguradores solicitan mucha más información a la hora de fijar el coste del seguro: situación del inmueble, altura, garaje, trastero, seguridad individual, seguridad colectiva, etc.
Imagen: Flickr (edgeplot)