En un post anterior hablábamos de los puntos fuertes del alquiler frente a la compra de una vivienda. Y os prometimos que este post tendría su contrapartida con una segunda parte en la que os contaríamos los pros de comprar. Pues bien, aquí van.
Al igual que se oyen muchos comentarios negativos sobre el alquiler, también se escuchan otros tantos contrarios a adquirir una casa: que si es mejor no atarse a una hipoteca de por vida, que si la cosas te vienen mal dadas el banco te quita la casa, etc. Sin embargo, tener casa propia hoy en día sigue siendo algo así como “el sueño español” de una gran parte de la sociedad. Y esta mentalidad es muy difícil que cambie, al menos a corto plazo.
Partiendo de este punto, te decimos las que a nuestro modo de ver son las principales ventajas comprarse una casa y a partir de ahí, tú decides si te compensa o no.
- La primera ventaja tiene que ver con algo muy subjetivo y emocional, más que racional. Cuando uno tiene casa propia siente una especie de sensación de seguridad y tranquilidad para él y su familia que quizás en una casa alquilada es más difícil de conseguir. Además, está el orgullo de haber logrado esta meta personal (en el caso de que lo fuera).
- Relacionada con la primera ventaja, se encuentra la estabilidad. Si has estado años cambiando de casa de alquiler y haciendo mudanzas, sabrás muy bien a qué nos referimos. Al adquirir una casa propia te sueles asentar en un lugar determinado por un periodo largo de tiempo, lo que supone arraigarse a un sitio y ‘echar raíces’. Pero ¡ojo! hay personas para las que esto no es algo positivo, sino más bien al contrario.
- La tercera ventaja que encontramos es ya algo más pragmático: la compra de una vivienda es una inversión casi siempre segura (al menos a largo plazo). Aunque hace unos años la inversión era mucho más rentable, ya que los inmuebles se revalorizaban casi cada año, ahora el precio de la vivienda ha disminuido y se ha estabilizado. No obstante, si piensas venderla dentro de muchos años probablemente para entonces sí valdrá más que ahora mismo, sobre todo si le has hecho mejoras, y por tanto ganarás dinero.
- Y enlazando con lo de introducir mejoras en el hogar, hay que remarcar que obviamente tú eres el dueño y señor de tu casa, así que tú decides cuándo y cómo hacer cambios, reformas, etc. No tienes que consultar a nadie, salvo a tu pareja en caso de tenerla, claro, y las mejoras que hagas se quedarán en tu casa, no en la de otro. También tendrás total libertad para hacer lo que te plazca en casa: hacer agujeros para colgar cuadros, pintar las paredes, tener mascota, etc. sin necesidad de pedir permiso al casero.
- Por otro lado, ser propietario de una vivienda implica (al menos de momento) determinadas ventajas fiscales que verás reflejadas en tu declaración del IRPF. Aunque es mucho más lo que pagas por ella que lo que te deduces, seguro que te dará una alegría ver que te devuelven dinero en tu declaración de la renta.
- La hipoteca de la casa suele ser la mayor deuda que adquirimos con el banco en toda nuestra vida por lo que, si la pagamos puntualmente y quedamos bien con el banco, nos abrirá las puertas a otros nuevos préstamos o servicios que podamos necesitar en un momento dado, ya que les constará que somos “buenos pagadores”.
- Ahora es un buen momento: Según mantienen economistas como José Luis Ruiz Bartolomé: “el ciclo económico está ahora mismo dando la vuelta y adquirir casa hoy es hacerlo en el punto de precios más bajo de la crisis, por lo que se partiría de un punto de la máxima revalorización». Además, ahora los bancos están volviendo a dar más créditos que durante estos pasados años de crisis, eso sí no tan alegremente como en la época de la ‘burbuja’. Así que si tienes una situación económica estable y estás pensando en comprar, probablemente no vas a encontrar un momento mejor.
Y a grandes rasgos éstas son las principales ventajas que hoy en día tiene adquirir una vivienda, aunque probablemente a ti se te ocurra alguna otra. ¿Nos la quieres contar?