Los paneles solares son una manera muy eficaz de ahorrar energía mientras ayudas al medio ambiente. Si estás interesado en instalarlos en tu hogar es muy importante conocer qué tipos existen.
Los colectores se dividen en dos grandes grupos:
- Los captadores de baja temperatura: utilizados fundamentalmente en sistemas domésticos de calefacción y agua caliente sanitaria.
- Los colectores de alta temperatura: conformados mediante espejos, y utilizados generalmente para producir energía eléctrica.
En este artículo nos centraremos en los de mi primer tipo, ya que son los que podemos acabar instalando en una vivienda:
- Captador solar plano: también llamado colector solar plano o panel solar térmico, consistente en una caja plana metálica por la que circula un fluido, que se calienta a su paso por el panel. Puede ser a su vez:
– Captador plano protegido: con un vidrio que limita las pérdidas de calor. Son los más utilizados por tener la relación coste-producción de calor más favorable.
– Captador plano no protegido: son una variante económica de los anteriores donde se elimina el vidrio protector, dejando la placa expuesta directamente al ambiente exterior. Utilizado esencialmente para climatización de piscinas.
- Panel de tubos de vacío: donde la superficie captadora está aislada del exterior por un doble tubo de vidrio que crea una cámara al vacío. Existen dos sistemas:
– Flujo directo: el fluido circula por los tubos, como en los captadores planos.
– Flujo indirecto o Heat pipe: el calor evapora un fluido en el tubo, y éste transmite su energía al condensarse en el extremo.
Imagen: Flickr (Argonne National Laboratory)