Vivir con niveles elevados de ruido es una molestia continua para cualquier persona, por eso es importante realizar los cambios necesarios para mejorar el aislamiento acústico y, con ello, nuestra calidad de vida.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, un 16% de españoles reconoce abiertamente vivir con ruido en sus hogares. Es más, ocho de cada diez ciudadanos confiesa que se ha acostumbrado o resignado a esta realidad. Y en Vivienda Saludable sabemos que se trata de una situación que puede ser perjudicial a largo plazo para la propia salud. Ya lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS): los niveles de ruido ambiental recomendables dentro de los hogares deberían estar entre los 35 y los 40 decibelios durante el día (equivalente a una conversación normal) y los 30 decibelios por la noche.
Tipos de ruido
En líneas generales, existen dos tipos de ruidos que afectan a nuestra vivienda:
- Los ruidos que se transmiten por el aire: ya sean provenientes de la calle (tráfico, obras, etc) o del interior de la vivienda, es decir, de los vecinos. Son los ruidos más fáciles de atenuar ya que no suele ser necesaria una gran reforma.
- Los ruidos por impacto: que se transmiten de una planta a otra, producidos por la caída de juguetes y objetos, por arrastrar sillas, por andar con tacones, correr, etcétera. Es más complicado combatirlos porque dependen de cómo esté construida nuestra casa y con qué materiales. Es ocasiones, es conveniente acometer una serie de reformas para eliminarlos.
La importancia de un buen aislamiento
Como decíamos, que nuestra casa tenga un buen aislamiento es vital para nuestro bienestar y nuestra salud, solo hay que pensar en la importancia de tener un buen sueño reparador –sin ruidos molestos o interrupciones- para poder rendir durante el día. El aislamiento acústico de una casa depende de varios factores:
- La calidad de los materiales con los que está construida (hormigón, ladrillo, cemento, pladur, vigas…)
- La disposición de esos elementos en capas: una disposición u otra de las capas aumenta el aislamiento.
- La utilización de materiales aislantes en la construcción (lana de roca, espuma de poliuretano…)
- Los agujeros en la construcción: aunque las paredes estén recubiertas de materiales aislantes o tengamos las ventanas más herméticas del mercado, si hay pequeños agujeros puede colarse el ruido. En este sentido, los agujeros de los enchufes o los de las lámparas de techo y pared son puntos vulnerables. La clave es que, por donde pasa el aire, pasa el sonido, por eso es tan importante que la instalación de elementos como las ventanas, las lleven a cabo profesionales. Solo así evitaremos filtraciones de aire, y por tanto de sonido, indeseadas.
Soluciones para el ruido
Para poder eliminar -en la medida de lo posible- los ruidos molestos en nuestra casa es fundamental saber de dónde vienen, cuál es la fuente, para así tomar las medidas oportunas:
- Si la mayor parte proviene del exterior, es conveniente instalar ventanas de doble acristalamiento. Todos los expertos coinciden en que el material que mejor aísla del ruido es el PVC, ya que ejerce de amortiguador natural frente a las ondas sonoras. También debemos fijarnos en la permeabilidad al aire de la ventana, exigiendo siempre que sea Clase 4. El sistema de apertura también influye en la transmisión del sonido, las ventanas practicables, tanto abatibles como oscilobatientes, son las que más aíslan, ya que tienen un sistema de cierre que impide que penetren las ondas de sonido. También hay que prestar atención a la persiana. Si es de mala calidad, o el cajón no está bien instalado, permitirá que se filtren muchos sonidos. En definitiva, si el ruido que llega de la calle es excesivo es buen momento para plantearse cambiar las ventanas.
- Colocar paneles y láminas aislantes, para crear una barrera entre el ruido y nosotros, que lo disminuya cuando las ondas sonoras lo atraviesan. Se pueden colocar en paredes, techos o suelos y están fabricados en diferentes materiales: espuma acústica, lana de roca, lana mineral, fibra de vidrio, etc. También existen los paneles acústicos decorativos, que además de eliminar el ruido pueden ser una interesante pieza decorativa, tanto en paredes como techos.
- Para evitar el ruido del ascensor, que puede proceder de las máquinas, la fricción de las guías, las puertas mal amortiguadas o de un mal aislamiento. Se recomienda aislar el interior de la caja y panelar; o si el ruido del motor es muy fuerte, habrá que colocar absorbente acústico en todo el hueco.
- Para eliminar el ruido del agua al correr por las canalizaciones o la resonancia al abrir o cerrar grifos, conviene revisar los anclajes de las tuberías por si se ha soltado alguna abrazadera de metal. También podemos cubrir los tubos con lámina viscoelástica o con una almohadilla especial.
- Para que no se oigan los sonidos de motores, contadores, cuarto de calderas… conviene colocar en el suelo placas antivibraciones y paneles absorbentes en las paredes y las puertas. Pero si la caldera está haciendo mucho ruido, debería ser revisada por un profesional.