¿Quieres renovar la pintura de las habitaciones de tu hogar y no sabes qué elementos tener en cuenta antes de hacerlo? En Vivienda saludable te contamos todo lo que necesitas saber para dejar tu casa como nueva.
Todos hemos pasado alguna vez por esta situación. El primer inconveniente para tomar la decisión es la pereza que nos da tener que recoger toda la casa, agrupar los muebles, protegerlos con plásticos y luego volver a colocarlo de nuevo.
Pero si supiéramos la cantidad de ácaros y bacterias que es capaz de acumular la pintura con el paso de los años, nos lo plantearíamos. Además recoger una casa completa sirve como excusa perfecta para hacer limpieza general. Aprovecha también que tienes que pintar para hacer alguna chapucilla extra que siempre has tenido pendiente: cambiar los enchufes, acuchillar el parqué, cambiar un mueble, etc.
Qué tener en cuenta antes de pintar
- Lo primero a tener en cuenta es si lo vas a hacer tú mismo o vas a contratar a un profesional. En ambos casos es útil conocer los elementos que se necesitan para pintar, así como los tipos y calidades de pintura.
- La pintura es un material económico, fácil de aplicar y con enormes posibilidades decorativas. Con pintura se puede renovar el aspecto y la decoración de un ambiente sin hacer grandes reformas y sin gastar mucho dinero. Las opciones van desde una pintura lisa (un color por habitación o en combinación de dos o más colores en distintas paredes) hasta las diversas técnicas de efectos decorativos (pátina, esponjeado, trapeado, etc).
- Antes de comenzar con los tipos de pintura, es importante aclarar que conviene siempre elegir pinturas de calidad, aunque sean más caras. Las pinturas de calidad tiene un mayor poder para cubrir superficie, lo que permite ahorrar en manos de pintura -menor tiempo de aplicación- y en pintura. Además, las pinturas de calidad garantizan siempre un color uniforme y una mayor perdurabilidad en el tiempo.
- Los principales tipos que existen se dividen en dos grupos básicos de pintura: pinturas al agua (látex) y pinturas al aceite (esmaltes). Por su parte, estas pinturas se pueden dividir según el tipo de acabado: atinado (con poco brillo o brillo intermedio); mate (sin brillo) o brillante.
No esperemos más para tener nuestra casa como nueva. Sin polvo, sin alergias, sin humedades. Y disfrutar de la alegría que proporciona una casa recién pintada.