Las Navidades están a la vuelta de la esquina y, con ellas, también llegan los temidos gastos extra. Comidas, cenas, regalos, salidas, viajes… toda una serie de excesos que pueden causar muchos desajustes en nuestras finanzas. Para que eso no te pase, puedes tomar nota de estos consejos.
Antes de nada, conviene no olvidar que las Navidades son fechas para estar en familia y con los seres más queridos. No dejarse llevar por un espíritu consumista es, además de una manera de ahorrar, una forma de disfrutar de estas jornadas plenamente y a conciencia, deleitándose con las pequeñas cosas.
A la hora de hablar de los gastos, sean cuales sean, la planificación es un paso muy importante. Establecer un plan para estas fechas es básico porque ayuda a centrarse en las necesidades reales presentes y futuras, a identificar las prioridades y, por tanto, a hacer un mejor uso de los recursos. Además de eso, desde Vivienda Saludable queremos compartir una serie de recomendaciones para que los gastos navideños no se nos vayan de las manos:
- Es recomendable preparar una lista de personas a las que se quiere regalar, con otra lista en paralelo con los obsequios y un presupuesto de cuánto se quiere – o se puede- gastar en cada persona. La clave es ajustarse a esa lista para no tener luego que lamentarse. De la misma manera que también podemos preparar otra lista con el dinero que vamos a invertir – o que podemos invertir- en los banquetes navideños y no pasarnos del presupuesto.
- A la hora de regalar puedes proponer organizar un amigo invisible. En lugar de hacer varios regalos de perfil bajo puedes hacer uno más jugoso. O apuesta por el DIY, es decir, puedes probar a hacer el regalo por tu cuenta. Así ahorrarás (normalmente) y será algo mucho más personalizado.
- Busca alternativas económicas a lo tradicional. Por ejemplo, en lo referente a la decoración navideña. Puedes probar a hacer tú mismo los adornos para la casa, o reciclar algunos que ya tengas dándoles un toque diferente.
- Planifica y elige con criterio. Según los últimos estudios, un total de 195 euros por persona es lo que dedicamos los españoles a comer en Navidad. Somos el país que más gasta en esta partida, muy por delante de Reino Unido, que es el segundo con 159 euros. Por eso, hay que pensar con detenimiento lo que vamos a preparar porque, después, siempre acaba sobrando comida. Una buena idea es limitar la cantidad de comida que pones en la mesa. No se trata de pasar hambre ni mucho menos, sino de no gastar en los alimentos más caros y mejorar tu dieta porque, de esta manera, no estarás varios días comiendo de restos. También se pueden plantear menús alternativos, ya que no siempre hay que comer marisco, por ejemplo, o elaborar un menú compartido. Esta última es una iniciativa estupenda para que participe toda la familia y es tan sencillo como que cada invitado aporte uno de los platos. Así, uno puede encargarse de los postres y otro de los aperitivos, las bebidas… De esta forma el coste se reparte entre todos y todos pueden sorprender al resto con lo que lleven.
- Maneja con sensatez la paga extra y cuidado con la financiación. Está demostrado que nuestro cerebro tiende a gastar de forma más alegre ese dinero adicional que supone la paga extra o el bonus. ¿La razón? Considera que ese dinero no es del todo suyo y, por lo tanto, no pasa nada si lo malgasta. En la misma línea, evita financiar los gastos (compras, viajes, etc) La segunda forma de gastar menos en Navidad es tan sencilla como no endeudarte.
- Ten en cuenta que el ocio es más caro. Por lo general, durante las navidades todas las opciones de ocio suelen ser más caras que en otras épocas del año. Pero siempre hay alternativas más económicas y en los ayuntamientos de las ciudades organizan actividades gratuitas por estas fechas.
Como decíamos al principio del post, disfrutar de las Navidades no tiene que ser sinónimo de gastar continuamente, se puede compartir estos días con la familia y los amigos de una forma menos derrochadora y con más sentido.