La presentadora de El Tiempo en Mediaset, Laura Madrueño, nos habla de uno de sus proyectos más personales: su nueva vivienda sostenible. Fiel en su compromiso con el medioambiente, está desarrollando un proyecto que se integra en el entorno y lo respeta. Ella misma nos lo cuenta.
Siempre había soñado con llevar a cabo algún día un proyecto de vida verdaderamente sostenible alejado del mundanal ruido de la gran ciudad. Algo que, se había mantenido en un sueño debido a muchos factores, pero que después de muchos años de búsqueda se ha hecho realidad en un lugar que nunca habría imaginado encontrar.
El proyecto sostenible
Hoy estoy aquí para compartir con vosotros un proyecto de vida que se desarrolla en su totalidad en torno a la idea de la integración y el respecto por la naturaleza.
Nos encontramos en plena sierra, rodeados de montañas, verde salvaje y de caminos pecuarios. Por las mañanas tengo la suerte de despertarme con el canto del gallo y con el tolón-tolón de las vacas. Y con ese indescriptible olor a campo y a hierba mojada.
Para desayunar recojo de mi huerto ecológico algunos tomates, plantas aromáticas para preparar el té, y de los frutales algunas manzanas e higos maduros.
En el interior la cocina está pensada como núcleo de la vida en la casa, y todos los materiales que hemos utilizado se presentan honestamente, sin revestimientos: piedra natural, madera maciza… y es donde disfrutamos de la comida con luz natural gracias a los ventanales con sistemas KÖMMERLING, cada uno diferente y adaptado a las necesidades de la vivienda.
Todas las estancias tienen aperturas al exterior para disponer de luz natural, y al mismo tiempo todas las ventanas cuentan con amplias prestaciones para aislar la casa al máximo del intenso frío en invierno y del calor en verano.
Gracias a ellas cada día desayunamos viendo pastar a las ovejas.
La casa está pensada desde la sostenibilidad para que sea una referencia a nivel energético, una casa cuya energía provenga de fuentes naturales como el Sol y la Tierra. Incluso una parte cuenta con una cubierta vegetal, una solución aislante y muy eficiente, que además de integrar la vivienda en el entorno se encarga de mejorar la calidad del aire.
También hemos pensado en el agua, muy necesaria en los meses más secos, y mediante un sistema de canalones en el tejado se recoge el agua de lluvia en dos aljibes para el riego.
En este proyecto hemos intentado pensar en cada detalle para conseguir vivir de una forma más consonante con nuestro planeta.
Laura Madrueño