Cualquier espacio puede servir para montar nuestro pequeño huerto urbano en casa: desde un pequeño jardín hasta el alfeizar de una ventana. Basta con echarle ganas y seguir una serie de recomendaciones.
La primavera está a la vuelta de la esquina y es un momento perfecto para animarnos a montar en casa nuestro huerto urbano. Igual no tenemos espacio para plantar un kilo de patatas o de tomates, pero sí para poder plantar hortalizas más pequeñas o plantas aromáticas.
Ya sea porque queremos poner nuestro granito de arena al cuidado del medio ambiente, porque queremos consumir productos que nosotros mismos hemos cultivado -a solo unos metros de la propia cocina-, o porque tenemos ganas de pasar más tiempo conectados con la naturaleza, desde Vivienda Saludable te aseguramos que crear tu propio huerto urbano va a ser una experiencia totalmente enriquecedora.
La luz, tu aliado fundamental en un huerto urbano
Lo primero es comprobar cuál es el espacio del que dispones en casa para esta tarea, y ser realista. En función del lugar del que dispongas podrás usar un tipo de recipiente u otro, y también elegir los cultivos más adecuados.
Después debes averiguar la iluminación de la que va a disponer tu huerto. Cerciórate de que el lugar elegido tiene una buena iluminación natural. Ya sea la terraza, el balcón o cerca de una ventana, la luz es fundamental para este proceso y nuestras plantas necesitan, al menos, entre tres y cuatro horas de luz directa. Orienta el huerto en dirección sur o sureste, ya que suele ser la orientación con más horas de sol.
Y, como consejo extra, coloca las plantas más altas en la cara norte para evitar que proyecten sombras sobre los cultivos más bajos.
¿Qué superficies podemos usar?
Con un poco de imaginación se pueden reciclar muchos recipientes para usarlos como macetas: garrafas de agua, bañeras viejas, bolsas de tela plastificada de supermercado… Lo único que hace falta es realizar algunos agujeros en el fondo para facilitar el drenaje. En general, hay que buscar contenedores con una profundidad de entre 20 y 40 centímetros para que las raíces puedan desarrollarse bien.
- Macetas, son la opción más económica y flexible. Las macetas textiles son una excelente alternativa, ya que confieren un drenaje excelente y favorecen un desarrollo radicular muy sano. Tienen la ventaja de que se pueden lavar y guardar cuando ya no se usan.
- Las mesas de cultivo permiten cultivar varias plantas en un mismo espacio. Las hay de acero y de madera sostenible. Su montaje suele ser bastante sencillo y lo mejor es que su capacidad y profundidad (recomendable 25 centímetros) es bastante mayor a la de los maceteros tradicionales.
- Las jardineras con una opción sencilla y versátil. Las puedes encontrar fácilmente y en multitud de tamaños y diseños.
- Sistemas verticales. Los hay de varios tipos, desde macetas verticales con varios niveles hasta jardines verticales de fieltro e incluso modulares, para ir moviendo cada recipiente a nuestro antojo. Son ideales para las hortalizas que no necesitan tanta cantidad de tierra, como rábanos, fresas o plantas culinarias o aromáticas.
A la hora de plantar:
- Hazte con un kit de herramientas básico que vayas a necesitar: tijeras de podar, azadón, palas de mano, regadera, rastrillo… y, por supuesto, no te olvides de un par de guantes.
- Lo habitual es plantar a partir de semillas pero existe otra opción, el plantel. La mayoría de las tiendas de jardinería venden plantel de hortalizas, lo que evita tener que sembrar a partir de semillas. Las plántulas se compran listas para ser trasplantadas y empezar a crecer, lo que acorta en uno o dos meses la duración del proceso.
- Comprueba el calendario de siembra, los rábanos los puedes plantar todo el año, pero el tomate solo de febrero a mayo, o las zanahorias de marzo a octubre.
Con estas indicaciones, seguro que te resultará más fácil poder montar tu propio huerto y disfrutar del contacto con la naturaleza. Además, es una actividad adecuada para personas de todas las edades, por lo que puedes implicar a los más pequeños de la casa.