El paso del tiempo, los cambios de temperatura, la humedad… son algunos de los factores que afectan al buen estado de las puertas de nuestra vivienda. Solucionar a tiempo algunas de las pequeñas averías que sufren es clave para conservarlas en un estado óptimo.
A pesar de que son uno de los elementos más importantes de nuestro hogar, las puertas suelen ser una de las grandes olvidadas en cuanto a limpieza y mantenimiento de las mismas.
No hay que olvidar que su función es indispensable: aislamiento térmico y acústico, seguridad, protección, función decorativa… y es por eso que debemos conservarlas en las mejores condiciones posibles para alargar su vida útil.
Con cierta frecuencia las puertas de calle o de acceso a balcones de nuestra casa sufren algún tipo de avería que, si no se acaba solucionando, puede derivar en algo mayor. Las puertas de madera suelen ser propensas a hincharse debido a cambios climáticos y a la exposición a la humedad. Por su parte, las puertas de PVC garantizan una alta durabilidad, un fácil mantenimiento y un buen aislamiento térmico y acústico de nuestro hogar, lo que repercute en un menor gasto energético y un mayor ahorro económico.
En las puertas entre habitaciones, de acceso al salón, etc., es normal que se produzcan pequeñas averías y desperfectos por el uso. Desde Vivienda Saludable os compartimos algunas recomendaciones sencillas y para todos los públicos, incluso para los que no son muy manitas.
- La puerta chirría. Ese molesto ruido que genera la puerta cuando chirría suele deberse a la falta de aceite o al deterioro de las bisagras. La solución pasa por usar un lubricante que ayude a que las piezas de metal no se rocen entre sí y provoquen ese ruidoso chirrido. Generalmente se suele utilizar para esta labor aceite, grasa y cera, aunque la primera opción suele ser la más indicada, sobre todo si es un aceite específico para esta función. Hay que tener en cuenta que la limpieza regular de las bisagras es un paso importante para evitar que la puerta chirríe. Para hacerlo, usa un paño suave y agua tibia jabonosa para limpiar cualquier resto de suciedad o residuos de las bisagras. Después hay que secar bien con una toalla.
- La puerta roza el suelo. Hay varias soluciones cuando se da este problema en las puertas de madera, la más común es limar el borde inferior de la puerta. Para ello, retira la puerta de sus bisagras y, con una lima o una lijadora eléctrica, ve eliminando cuidadosamente pequeñas cantidades de madera del borde inferior hasta que la puerta deje de rozar el suelo. Otra solución práctica es utilizar una junta o burlete adhesivo en el borde inferior de la puerta. Estos materiales suelen estar fabricados en goma o silicona y se adhieren fácilmente al borde de la puerta. Al colocarlos, la puerta se elevará ligeramente y evitará el roce con el suelo.
- Se rompe una bisagra. Es importante comprar una que se ajuste correctamente, para lo cual es recomendable medir la altura y la anchura, o incluso hacer una foto para que las diferencias entre el modelo nuevo y el antiguo sean fáciles de detectar al compararlas en casa. Una vez encontrado el tamaño adecuado, hay que retirar con un destornillador todos los tornillos que fijan la bisagra antigua en su sitio. Después habría que colocar la nueva bisagra en su posición correcta y fijarla con los tornillos suministrados, así como con anclajes de pared si es necesario.
- Cambio de picaporte. Antes de adquirir un picaporte nuevo, es preciso comprobar en qué lado está colocado y hacia qué sentido se activa. Según sea izquierda o derecha, será preciso adquirir un modelo convencional u otro reversible (que se puede instalar en cualquier posición). Con un destornillador adecuado, comienza por aflojar los tornillos que están colocados en la placa y en el embellecedor de las manillas. A continuación, retira las manillas y junto a ellas, también todo el conjunto, incluyendo la parte de la placa con el resbalón. Cuando llega el momento de colocar el nuevo picaporte de la puerta, sólo tenemos que realizar la tarea inversa. Se introduce el picaporte nuevo en el hueco hasta el final y colocando las manillas en su posición de origen, se vuelven a apretar los tornillos.
- Tapar los arañazos. En las puertas de madera una posibilidad es lijar la superficie con una lija de grano fino y aplicar una capa fina de barniz para madera con una esponja o una brocha. Otra opción es utilizar cera natural, aplicándola con un trapo en la zona dañada y frotando o utilizando una esponja suave para pulir el mueble con la cera. Para las puertas de calle confeccionadas en PVC foliado existen rotuladores de retoque, que camuflan perfectamente los pequeños arañazos.
Estas son algunas de las averías más comunes de las puertas de nuestro hogar y los remedios que mejor resultado suelen dar. Aunque si nuestras puertas están ya muy deterioradas, lo mejor es cambiarlas y sustituirlas por unas de altas prestaciones, como las fabricadas con sistemas Kommerling.