La actividad humana genera contaminantes, así como el continente y contenido de nuestras viviendas, que van deteriorando la calidad del aire que respiramos. Y la forma más sencilla de mejorar la calidad de ese aire es la ventilación: entra aire limpio del exterior y sale el aire viciado/contaminado.
Puede parecer una cosa nimia, pero hacer una buena ventilación en nuestro hogar es clave para poder tener una mejor calidad del aire, un ambiente más saludable, poder regular la temperatura, etc.
Cómo ventilar correctamente
Aunque mucha gente se ha dado cuenta de su importancia a raíz de la llegada del coronavirus (para renovar el aire de los interiores y evitar posibles contagios), se trata de un hábito diario al que debemos prestar atención para hacerlo de una manera correcta y sacarle todo el beneficio.
Al margen de los consejos que os vamos a dar para asegurar la correcta ventilación de nuestro hogar, es importante contar con ventanas de altas prestaciones que nos aseguren un correcto aislamiento, tanto térmico como acústico. La combinación de una correcta ventilación junto a ventanas de calidad, ayudan a evitar problemas de moho y humedades.
Ventajas de una buena ventilación:
- Mejora la calidad del aire interior, enriqueciendo el contenido de oxígeno y reduciendo el contenido de CO2.
- Contribuye a reducir afecciones respiratorias: desde la congestión nasal a la tos o al asma, sustituyendo el aire viciado por uno más limpio y libre de gérmenes.
- Permite regular la humedad relativa interior, reduciendo el riesgo de que surjan condensaciones que luego lleven a la aparición de manchas de moho y hongos en paredes, esquinas, traseras de muebles e interior de armarios.
- Ayuda a reducir el polvo, ya que las partículas en suspensión que flotan en el aire tienen polvo y ventilando los eliminas.
- Reduce el riesgo de condensaciones en los cerramientos, que aunque no son visibles, producen una degradación de las prestaciones de los materiales aislantes provocando un mayor consumo en calefacción.
- Contribuye a nuestro bienestar emocional: necesitamos sentirnos cómodos en nuestra casa y tener aire renovado en el interior -más puro, limpio y fresco- es uno de los factores que lo logra.
Para hacer una ventilación eficiente, desde Vivienda Saludable te recomendamos una serie de pautas:
- Tener en cuenta la época del año para hacerlo: en otoño-invierno recomiendan hacerlo a mediodía ya que suele ser el momento más caluroso del día, así el calor se mantendrá y mejorará el ambiente. Por contra, en primavera-verano, muchos expertos aconsejan hacerlo por la noche ya que es cuando hace más calor y el ambiente podrá refrescarse.
- Tener en consideración el tipo de estancia y su superficie: por ejemplo, en el dormitorio es recomendable ventilar nada más levantarte, y si puedes también antes de dormir, para lograr que el sueño sea más reparador. Influye también la cantidad de personas que habitan esa estancia regularmente, a mayor número de personas, más tiempo de ventilación.
- Ventilar al menos entre diez y quince minutos al día, de una sola vez o en varias sesiones (2 sesiones de 5 minutos, por ejemplo). Esto es suficiente para renovar el aire sin apenas perjudicar la eficiencia energética.
- Ventilar desde las estancias con menos contaminantes (salón, comedor, dormitorio) a las de mayor producción (cocina, baños).
- Si es posible, realizar ventilación cruzada, esto es, abrir ventanas de fachadas opuestas, y a poder ser en sentido de las corrientes de aire dominantes.
- Si se tiene un equipo de aire acondicionado, asegurarse de limpiar sus filtros con frecuencia para que el sistema funcione en perfectas condiciones, puesto que también influye en la calidad del aire que tenemos en casa.
Queda claro que una casa ventilada es una casa más sana. En ocasiones muchas familias, por falta de tiempo o por climatología, dejan de lado esta labor, pero tanto en verano como en invierno es importante ventilar nuestra vivienda y asegurarnos de tener una buena calidad de aire y un ambiente más agradable.