Si tenemos jardín o terraza en nuestra casa podemos sacarle mucho más provecho instalando una tarima y convirtiéndolo en una de las joyas de nuestro hogar.
Con la llegada del buen tiempo, apetece disfrutar más del sol y de los días más largos, por lo que si tenemos un jardín, balcón o terraza, es un momento excelente para su puesta a punto.
Ya sea para poder celebrar reuniones con amigos, comidas en familia, cenas en pareja o simplemente, sentarte a leer un buen libro, los espacios exteriores de nuestra casa se convierten en un gran atractivo con un montón de posibilidades.
Entre esas posibilidades, y si tenemos bastante superficie, una propuesta que quedará muy decorativa y acogedora es delimitar el espacio utilizando diferentes materiales en el suelo.
Las tarimas de madera, una excelente opción
Una de las opciones que se ha puesto más de moda en los últimos años es colocar una tarima en el exterior, pero ¡ojo! las tarimas para exterior deben ser resistentes, ya que están expuestas a las condiciones climatológicas durante todo el año. Es por ello por lo que saber elegir adecuadamente el material y el tipo de tarima es una decisión importante.
Aunque existe la opción de colocar tú mismo la tarima exterior (en internet hay mucha información y videos explicativos en detalle), desde Vivienda Saludable te recomendamos que confíes esta tarea a un profesional, puesto que es un trabajo que exige cierta preparación y experiencia si queremos un resultado de calidad (para empezar, el nivelado del suelo sobre el que se va a colocar la tarima en cuestión).
En los últimos años, el material más usado para decorar espacios exteriores ha sido la madera, ya sea en forma de lamas o de losetas. Una de sus principales cualidades es que no se calientan tanto como otros materiales, como la cerámica, la piedra e incluso las versiones sintéticas.
Dentro de este material podemos distinguir dos grandes tipos dependiendo del estilo que quieras dar a ese espacio exterior: la madera maciza o la madera de composite.
La madera maciza es un material caro pero duradero y muy decorativo. Las maderas tropicales tipo teca o ipe son cálidas y de enorme belleza, pero también es cierto que requieren mantenimiento anual y protección (unos aceites específicos para su cuidado) para que no se estropeen. Por su parte, la tarima de composite imita el acabado de la madera exterior, no requiere mantenimiento y tiene un precio más competitivo.
Las tarimas de exterior de composite son suelos que están elaborados de compuestos a base de resinas plásticas y fibras de madera natural, principalmente recicladas. Una alternativa más eco-friendly
Las tarimas de composite suelen contar con superficies antideslizantes –que evitan resbalones con los pies mojados– y tampoco suelen astillarse o agrietarse con el paso del tiempo. Además, su gama de colores suele ser más amplia que la de la madera natural, lo que es una ventaja para integrarla con el resto del mobiliario.
Una manera de reforzar el efecto decorativo de la madera –natural o sintética– en la terraza es revestir tanto el suelo como las paredes, e incluso un banco, con el mismo material.
El césped artificial, una alternativa interesante
Si la tarima no te convence y eres de los que te gustan los espacios verdes y quieres un estilo más natural en tu jardín y terraza, puedes optar por poner césped natural (si el espacio te lo permite). Si vives en una zona con clima cálido siempre deberás elegir variedades de césped de hoja gruesa para que puedan mantener mejor la humedad. Pero si tu clima es habitualmente frío y quieres que tu césped viva en las mejores condiciones posibles, la mejor opción es que decidas plantar un tipo de césped de hoja fina.
Sin embargo, también puedes apostar por colocar césped artificial, que es un material más económico que la tarima y aportará una sensación fresca y agradable a la vista. No necesita agua, sólo barrerlo o cepillarlo de vez en cuando para limpiarlo. Los sistemas de césped artificial suelen tener un sistema de drenado en su parte inferior, para que el agua de la lluvia no se acumule.
Otros pavimentos para delimitar espacios serían la gravilla o la piedra pero, debido a sus características, estos materiales es aconsejable usarlos en caso de proyectar un jardín.
Transformar tu terraza o jardín es posible si apuestas por las tarimas de exterior, con las que le darás un toque mucho más moderno y con estilo.