Aunque para algunos es su estación favorita, para gran parte de la población la llegada del frío conlleva una sensación general de apatía y de tristeza que les dificulta hacer frente al día a día.
Por regla general, los meses más gélidos del año pueden ser caldo de cultivo para que nuestro ánimo decaiga. Y es que los expertos aseguran que, durante el invierno, la falta de luz hace que nuestro cuerpo produzca más cantidad de melatonina, una sustancia determinante a la hora de producir sueño. De ahí que podamos tener sensación de mayor cansancio, somnolencia y apatía.
El invierno me entristece, ¿qué puedo hacer?
Por otro lado, con el invierno se produce una disminución de la serotonina, un neurotransmisor involucrado en la regulación del estado de ánimo. Eso implica que aumente el número de personas que pueden presentar cambios en su estado de ánimo, ya que su organismo es más sensible a esta variación de serotonina y, por consecuencia, los días de poca luz y menos actividad social pueden ser más estresantes para ellos.
Incluso existe el llamado trastorno afectivo estacional (TAE), que puede provocar sensación de agotamiento a lo largo del día, cansancio en las horas de trabajo y alteraciones del ciclo de sueño. Sin embargo, el invierno también puede ser una estación muy bonita, llena de posibilidades de las que disfrutar. Y, desde Vivienda Saludable, queremos aportar una serie de recomendaciones para conseguirlo:
- Aprender a ver el lado positivo del invierno pensando en imágenes reconfortantes como abrigarse con una manta en el sofá, las tardes de cine o leyendo un buen libro, o en las comidas y bebidas calientes.
- Disfrutar 100% de nuestro hogar: ya que no apetece estar tanto tiempo fuera podemos sacar partido a nuestra vivienda y realizar actividades placenteras. Por ejemplo, es una época ideal para aprender a hacer manualidades, cocinar tus recetas favoritas o redecorar alguna parte de la casa, o simplemente escuchar nuestra música preferida desde el sofá de casa.
- La alimentación puede ser tu aliada: busca alimentos ricos en vitamina D ya que en invierno desciende al no haber tanto sol, como los denominados pescados grasos: salmón, caballa, atún… los huevos o la leche. Además, hay algunos alimentos como la avena o el cacao puro, que pueden ayudarnos a regular nuestro sistema nervioso y favorecer incluso la producción de endorfinas. También los alimentos ricos en el aminoácido triptófano, como los plátanos o el chocolate negro, regulan de forma natural los niveles de serotonina en nuestro cerebro.
- No te encierres a hibernar: se puede disfrutar del sol y del aire libre bien abrigado. Además, los bellos paisajes que nos brinda el invierno son un escenario excelente para transmitir serenidad y recuperar la alegría.
- No te olvides de la importancia del ejercicio, ya que produce dopamina, serotonina y endorfinas, las tres hormonas asociadas a la felicidad. Aunque cueste más porque las temperaturas son más bajas, un simple paseo puede ser muy beneficioso, y también se puede hacer deporte en casa de mayor o menos intensidad -tú decides-.
- Inunda tu casa de luz y confort térmico: disponer de unas ventanas de altas prestaciones que te garanticen un buen aislamiento térmico, te permitirá disfrutar del sol matutino y deleitarte con sus rayos, o por el contrario ver llover desde la calidez de tu sofá.
- No descuides la vida social: aunque quedar para cenar o salir por la noche puede dar pereza porque está ya todo oscuro, se pueden realizar actividades más tempranas y en buena compañía.
- Adapta tu cuerpo al horario de invierno: la recomendación es despertarse y acostarse más pronto. Aunque al principio sea difícil acostumbrase al nuevo horario, los beneficios se notarán enseguida: un mejor descanso, más alegría y menos irritabilidad.
Si la sensación de tristeza y decaimiento persiste o no te deja continuar con tu vida normal, puede ser un buen momento para solicitar ayuda y compartir con tu entorno cómo te sientes. Y, sino, si eres de los que el invierno se le hace muy cuesta arriba, pensemos que en unas semanas llegará la esperada primavera.